El acceso de escolares al centro en coche divide al gobierno de Lugo

El Illa Verde, ayer (Foto: Pepe Álvez)
photo_camera El Illa Verde, ayer (Foto: Pepe Álvez)

El comienzo del curso abrió ayer la primera fisura en el gobierno bipartito de Lugo. El alcalde, José López Orozco, anunció a los padres de alumnos de los colegios Maristas y Franciscanos que este curso se volverá a permitir el acceso en coche a zonas peatonales para dejar a los niños en los colegios, aunque sólo habrá permisividad en el caso de familias con niños escolarizados en la etapa infantil. El anuncio no satisface a los padres, pero tampoco al BNG, que ayer recordó que el pacto de gobierno establecía el respeto a las zonas peatonales establecidas y la progresiva peatonalización de otras zonas de la ciudad.

La reacción de los nacionalistas se produjo después de que Orozco se reuniera con las Anpas de ambos colegios, a las que anunció que este curso los niños más pequeños aún podrán llegar en coche al colegio, pero que el año que viene se hará respetar ya la peatonalización.

El BNG recordó el compromiso de conseguir una zona peatonal libre de vehículos. El teniente de alcalde, Antón Bao, expresó a través de su servicio de prensa que se trata de la primera ruptura del acuerdo de gobierno pues, uno de los puntos del pacto, era avanzar en la peatonalización progresiva del casco histórico y controlar su cumplimiento en las áreas delimitadas. «Nun principio, Orozco mostróuse conforme con este punto do acordo e agora, de forma unilateral, decidiu rompelo» resaltó. Añadió que es una medida discriminatoria entre colegios. «A decisión do alcalde é permitir que se volva encher a Ronda de coches e nos non estamos dacordo», dijo. Los nacionalistas creen que es una decisión que va contra la opinión del grueso de los ciudadanos.

Los nacionalistas ya avanzaron que llevarán el desacuerdo a la comisión de seguimiento del acuerdo de gobierno. «O alcalde prioriza ós coches sobre os peóns mentres que nos pensamos primeiro nas persoas» destacaba Bao.

Ante esta discrepancia, el alcalde dijo que la decisión no afectará al pacto con el BNG. «Non hai que dramatizar, o pacto de goberno é para catro anos e a peatonalización é progresiva», destacó.

La medida adoptada tampoco contenta a los padres, que dicen que en los últimos años ya se ha restringido el acceso de forma progresiva. El presidente de la Anpa de Franciscanos, Jorge Maciñeiras, asegura que se trata de una pérdida de derechos por parte de los padres de los colegios del casco histórico, una zona que, según considera, soporta cada día un tráfico importante de vehículos de carga y descarga y residentes. «Están dando prioridad a una cerveza o una maleta antes que a los niños» comentaba Maciñeiras.

Las ampas agregan que la restricción hace más difícil la conciliación entre vida laboral y familiar, pues no contempla, dicen, que los padres llevan a sus hijos al colegio de camino al trabajo.

El Concello concederá un total de 300 autorizaciones para los padres de alumnos de tres, cuatro y cinco años, por un tiempo límite de 15 minutos a la entrada y otro tanto a la salida y se encargará del control de las mismas.

Durante la reunión, el alcalde propuso a los padres que establezcan turnos para llevar y recoger a los niños y, así, no se acumulen tantos vehículos junto a los centros. De igual modo, ante la restricción total que se prevé para el próximo curso, el regidor propuso un sistema de transporte colectivo, ya que, a los autobuses, si les está permitido el paso. Es una opción que no tuvo gran acogida por parte de las Anpas ya que, según Maciñeiras, supondría un trayecto en bus en torno a los 40 minutos para niños muy pequeños y un coste de 120 euros mensuales por cada alumno.

Illa verde

Maristas y Franciscanos no son los únicos colegios que empezarán el curso con polémica. El CEIP Illa Verde contempla con incertidumbre como, en vísperas de que se llenen las aulas, las obras en el comedor no están terminadas.

La Consellería de Educación es la encargada de realizar el traslado del comedor del centro a las instalaciones de la antigua vivienda del conserje -ahora en desuso-. Según la Anpa y la dirección del colegio, estaba previsto que las obras se empezasen a finales del curso pasado y, sin embargo, no comenzaron hasta agosto.

El proyecto contemplaba también la creación de nuevas aulas. Esas obras que ya están concluidas y no afectarán a la actividad académica. Sin embargo, el retraso en la remodelación del comedor afecta a los 100 alumnos que se benefician de este servicio, así como a la veintena de familias que se acogían al programa Escola Aberta, una iniciativa que recoge a niños antes de las 9.00 horas y a algunos les dan de desayunar. Además, los padres aseguran que las obras también alteran el desarrollo de actividades extraescolares, en las que participaron, el curso pasado, 170 alumnos.

La dirección del centro, asegura que, pese a los retrasos, los operarios están trabajando a buen ritmo por lo que se prevé que el servicio se reanude en semanas.

Xunta

Estas reclamaciones estructurales de los padres contrasta con la voluntad de la Conselleria de Educacación de crear, cada año, más centros plurilingües en Galicia. Durante una visita, ayer, al colegio Rosalía de Castro, la delegada territorial, Raquel Arias, resaltó la incorporación del colegio Franciscanos al plan de potenciación de lenguas extranjeras. Con esta medida, en el centro se impartirán, el próximo curso, un tercio del horario lectivo íntegro en inglés. El próximo curso, cuatro centros lucenses se acogerán a este plan, por lo que la provincia contará con nueve colegios plurilingües.

Arias también destacó la incorporación del Rosalía de Castro a la red Abalar, resaltando que la totalidad de los centros que se suman al proyecto de informatización este año, son de titularidad pública. «A formación en idiomas e o manexo das novas tecnoloxías non son xa un plus, senón que son algo básico e indispensable» afirmó la delegada quien calificó estas medidas de «fundamentales» para formar alumnos competitivos.

Arias también aprovechó para resaltar el esfuerzo del profesorado al que pidió, junto a los padres de los alumnos, flexibilidad con los pequeños «desaxustes» que puedan surgir a principios de este curso.

FUTURAS DOTACIONES

Educación pide al Concello suelo para construir un nuevo colegio

El nuevo edificio sustituiría al centro del Sagrado Corazón, ante el mal estado de conservación de éste

Raquel Arias, recordó ayer la intención de la Conselleria de Educación de construir un nuevo colegio en la zona del Sagrado Corazón, siempre que el Concello ceda el terreno a la Xunta.

Los populares afirman que la propuesta se incluía en su programa electoral para las pasadas elecciones y que ya se comentó hace varios meses, por lo que no entienden que la medida «cogiera por sorpresa» al gobierno municipal.

Arias reconoció que no existe una fecha exacta para que las negociaciones se pongan en marcha, pero aseguró que es un proyecto a corto plazo.

«A Xunta segue apostando pola colaboración entre institución», comentó la delegada territorial quien también aseguró que los recortes en educación serán menores que en otras comunidades españolas porque «o goberno galego xa tomou medidas de austeridade antes».

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