El 061 atendió a la mujer que sigue en huelga de hambre frente a los juzgados

María Sol Cobas Vilanova, la mujer que cumple hoy una semana en huelga de hambre frente a los juzgados, tuvo que ser atendida por el 061 al presentar problemas para poder respirar. Al parecer, estos síntomas obedecían a una falta de hidratación, derivada de su acto de protesta y de la escasa cantidad de agua que ingiere al día: tan sólo medio litro, según confiesa. «Ahora voy a empezar a tomar suero oral para hidratarme», adelantaba ayer esta mujer que, según dice, fue diagnosticada de fibromialgia y, pese a ello, dejó de percibir una pensión por incapacidad.

Otro problema a mayores que tiene ahora María Sol Cobas es la falta de unos baños para hacer sus necesidades en las inmediaciones del lugar donde se apostó en huelga de hambre. En los primeros días de su acto de protesta acudía a los servicios del bar El Mirador, en el parque. Pero una vez cerradas estas instalaciones, ha de recurrir a los baños de los juzgados, que sólo están abiertos -dice- hasta las ocho de la tarde.

Por lo demás, María Sol Cobas sigue con su empeño de enviar más cartas a distintas embajadas comentando su situación. En los próximos días, tiene pensado mandarlas a las sedes diplomáticas de Sudán y de Corea del Norte, a las que adjuntará recortes de prensa.

Otra acción paralela que llevará a cabo será la recogida de firmas, para lo cual se le ofrecieron ya varios de los transeúntes que pasan por el lugar, asegura.

Por otra parte, María Sol Cobas Vilanova será visitada mañana por su hija de 6 años, para lo cual, dijo, se apostará ante la sede de la Audiencia Provincial con el fin de que no sea testigo de las circunstancias en las que está viviendo estos días: durmiendo en una hamaca en la calle.

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