No por esperada ha dejado de ser una sorpresa. El callejón sin salida en el que se encontraba la Cámara de Comercio de Lugo desde hace meses por su asfixiante situación económica llevó a su directiva en pleno a dimitir, con su presidente, Luis Abelleira, a la cabeza.
Ayer se refrendaba, en una reunión, la decisión tomada hace ya unos días por los nueve miembros del comité ejecutivo y por los 15 vocales, que junto con los anteriores, constituyen el pleno, que son los dos órganos de gobierno de esta corporación de derecho público.
La gota que ha colmado el vaso ha sido que el Ejecutivo gallego no ha aceptado la última propuesta formulada por la directiva de la entidad lucense con el fin de intentar recibir una inyección económica que dejase a cero sus números rojos.
