Un joven de 25 años de edad fue absuelto ayer de un delito contra la intimidad, por el que se enfrentaba a cuatro años de cárcel. El chico fue acusado de difundir un vídeo en el que su novia, menor de edad, aparecía practicándole sexo oral, pero la joven lo perdonó antes del juicio y retiró la acusación.
Los hechos se remontan al verano del año 2007, cuando el joven contaba con 21 años de edad, mientras que su compañera sentimental tenía 17. La pareja llevaba entonces unos tres años de noviazgo y -según explicaba el ministerio público en su escrito de acusación- desde el mes de septiembre de dicho año ya solamente se vieron de forma esporádica, ya que el chico dejó la provincia de Lugo para trasladarse a la academia de la Guardia Civil, mientras que su novia siguió sus estudios en un instituto de la capital.
Según argumentaba el fiscal, en fecha no determinada, pero en cualquier caso comprendida entre los meses de junio y julio, los jóvenes se vieron en la localidad de Sarria y mantuvieron «relaciones íntimas de sexo oral» en el interior de un turismo, propiedad del chico.
En ese momento, el joven grabó toda la escena con su teléfono móvil, sin el consentimiento de su pareja, «grabación que compartió con terceros con el ánimo de vulnerar su privacidad y autoestima».
En el escrito de acusación se explicaba además que, como consecuencia de la circulación de la grabación, que se fue difundiendo de móvil a móvil por el sistema ‘bluetooth’, las imágenes tuvieron una «gran difusión» en el instituto lucense en el que estudiaba la joven, así como en el círculo de amigos en el que se movía, en las localidades de Sarria y Becerreá.
Cuando la menor fue consciente de la cantidad de gente que había visto el video sufrió una situación de estrés postraumático y tuvo que recibir ayuda psiquiátrica, además de seguir un tratamiento farmacológico.
Perdón
Por estos hechos, el joven fue acusado de un delito contra la intimidad y el fiscal solicitaba una condena de cuatro años de cárcel y 6.000 euros de indemnización para la víctima. Sin embargo, el juez del Penal número 2 de Lugo explicó ayer que la joven había comunicado recientemente que le había «otorgado el perdón» y que se retiraba la acusación particular. Por su parte, el ministerio público no se opuso a la retirada de la acusación.
De este modo, el juicio -en el que estaba previsto que se visionara el vídeo-no tuvo que celebrarse y el juez dictó una sentencia absolutoria.
