Una mujer de 43 años de edad, Montserrat Labrada Campos, apareció muerta ayer por la mañana con evidentes signos de violencia en su vivienda, en el piso 3-C del número 9 de la calle Carlos Azcárraga, en el barrio lucense del Sagrado Corazón. Tras el hallazgo del cadáver, la Policía detuvo en el propio piso a su ex marido, Juan Carlos Pernas Díaz, que no ofreció resistencia.
Montse Labrada trabajaba como auxiliar de enfermería en la Unidad de Cuidados Intensivos (Uci) del hospital Xeral, mientras que Juan Carlos Pernas, con el que se encontraba en trámites de separación y ya no compartían el mismo techo, es profesor de Química, Física e Informática en el instituto Sanxillao de Lugo.
La Policía no facilitó ningún tipo de información sobre el suceso, al tratarse de un caso de violencia de género, aunque este periódico pudo saber en fuentes judiciales que el hombre fue arrestado bajo los cargos de homicidio, a pesar de que en todo momento negó ser el autor.
Si se confirma, como así parece, que se trata de un caso de violencia machista, la particularidad de este suceso es que no hubo ningún tipo de denuncia previa por malos tratos u órdenes de alejamiento, algo habitual en las muertes de mujeres a manos de sus parejas. Existía un expediente de separación, pero nada hacía presagiar un desenlace dramático como el que se produjo.
Los forenses realizaron en la tarde de ayer la autopsia al cadáver de Montse Labrada para determinar la hora exacta de la muerte así como los motivos concretos. A pesar de que no trascendió oficialmente, la mujer al parecer presentaba signos evidentes de violencia, con golpes y heridas, aunque en un principio se descartaba que hubieran sido producidas con lo que se entiende como un arma, es decir, una navaja, un cuchillo o una pistola. Sí pudieron haberse realizado con algún otro tipo de objeto, como una botella de cristal o algún otro elemento punzante y contundente.
Lo que no cabe duda es que la Brigada Científica de la Policía tendrá que aplicarse a fondo, toda vez que el detenido siga manteniendo que es inocente. De hecho, agentes de este departamento estuvieron ayer revisando el piso de Carlos Azcárraga, en jornada de mañana y tarde.
La hora del crimen tampoco se sabe con exactitud y es igualmente clave para resolver el caso. Una de las teorías que se apunta es que el ex marido hubiera entrado en la casa de madrugada, en torno a las cuatro, y entre ambos se habría producido una discusión que acabó de forma fatal. La puerta no estaba forzada, lo que hace pensar que accedió con su propia llave.
El suceso causó gran consternación ayer en el barrio del Sagrado Corazón, donde era muy conocido el matrimonio, que tiene dos hijos de 9 y 11 años. También había un importante revuelo en el hospital Xeral de Lugo, donde trabajaba la víctima y su actual compañero sentimental.
