El camionero José Aldegundo empieza a pensar si alguien tiene algo contra él. Desde el pasado 8 de agosto, su camión fue objeto de cuatro robos de gasoil. Las sustracciones se produjeron siempre por la noche, en una calle del polígono industrial de O Ceao próxima a la terminal ferroviaria de mercancías. En esa zona dejan sus vehículos muchos camioneros, pero el único atacado parece ser el de este conductor.
«Eu non sei se o meu é máis fácil de roubar ou que pasa, porque ninguén máis se queixa», explicaba ayer Aldegunde con indignación, tras encontrar forzado el cierre del depósito del carburante otra vez.
El primer robo lo sufrió el año pasado, cuando se llevaron el estribo del camión. «Valía uns 400 euros», explica. Este verano, a principios de agosto, le llevaron unos 150 litros de gasoil y, desde entonces, sufrió otras tres sustracciones de carburante, aunque de menos cantidad.
Aldegunde no encuentra explicación a los ataques porque, además, la zona donde aparca no está precisamente escondida. Justo al lado está el depósito municipal de coches -«no que sempre hai unha persoa»-, una nave donde otra administración pública guarda vehículos y varios negocios. «Eu pregúntome que vixilancia hai no polígono, porque isto non é normal», afirmaba ayer mientras señalaba restos de carburante vertido en el suelo. Por lo pronto, y ante la falta de respuestas, Aldegunde se plantea alquiler una plaza de aparcamiento en la terminal de transportes de O Ceao.
