Los habitantes del edificio número 12 de la Praza de Santo Domingo y los inquilinos de los dos negocios que hay en el bajo tendrán que dejar el inmueble en las próximas horas, según la orden dictada por el Concello a raíz de que sus técnicos apreciaran riesgo de derrumbe de los suelos de la segunda y de la tercera planta. El dictamen no ha sentado bien ni a los inquilinos ni a los propietarios, que, según informó el Concello, ya pagaron varias multas por esta cuestión en los últimos años y ahora tendrán que presentar un proyecto de rehabilitación del edificio en quince días, en un momento que además no es el más favorable para asumir inversiones.
Sin embargo, decisiones de este tipo no son caprichosas. P.R., extrabajadora de la Magistratura de Trabajo de Lugo, recuerda cómo la falta de precaución de la empresa que trabajaba en el solar de al lado estuvo a punto de llevarse por delante su vida y la de todos sus compañeros. El edificio, de varias plantas, se vino abajo un día de 1987 en horario laboral. No hubo víctimas porque los trabajadores tomaron por su cuenta la decisión de salir de la oficina y porque los inquilinos de las viviendas estaban fuera de vacaciones.
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