De la pulla al abrazo en el pleno

Los concejales que abandonan el Concello, ayer tras el último pleno del mandato. (Foto: Xesús Ponte)
photo_camera Los concejales que abandonan el Concello, ayer tras el último pleno del mandato. (Foto: Xesús Ponte)

El consistorio lucense acogió el último pleno del mandato, una sesión breve y emotiva, ya que para trece de los veinticinco concejales era la última. El próximo sábado, sus sillas serán ocupadas por otros compañeros y a ellos les tocará retomar su actividad profesional, ya que algunos la habían aparcado para dedicarse a tiempo completo al Concello. Las únicas excepciones son los socialistas José Piñeiro y Loli Vieiro y la popular Alicia Peña, que se jubilarán en los próximos meses.

Piñeiro dejó el instituto Politécnico al fichar por José López Orozco y, tras doce años como responsable de obras, se prejubilará. Seguirá a disposición del partido, asegura, pero quiere dedicar más tiempo a su vida personal. Vieiro no tenía dedicación exclusiva, pero en unos meses se jubila como profesora.

Peña es concejala desde 2003 y siempre lo compatibilizó con la dirección del centro de adultos de Albeiros pero en septiembre se jubilará. Espera su segundo nieto, por lo que a partir de ahora pasará parte de su tiempo en Santiago.

Otro de los grandes ausentes será el portavoz del BNG, Xosé Anxo Lage, el más veterano ya que, aunque con algunas interrupciones, es edil desde 1996. Desde hace seis años tiene dedicación exclusiva y el lunes volverá al Instituto Nacional de la Seguridad Social. Era jefe de almacén.

Junto a él deja la corporación el nacionalista Xosé Chorén. El día que tomó posesión, en octubre de 2007, falleció su padre, por lo que ayer fue un día emotivo para él.

El grupo en el que se producen más cambios es el socialista. Para siete de sus doce concejales fue el último pleno. Además de Piñeiro y Viveiro, dejan la corporación María Novo -la única edil no electa-, Luisa Zarzuela, José Rábade, Rosana Rielo y Nuria Mundiña . Esta fue la última en incorporarse, hace poco más de un año, en el que compatibilizó la concejalía con su trabajo en una entidad bancaria, donde seguirá.

En el mismo caso está Rielo. La edil de juventud trabaja en A Coruña, en una caja de ahorros, aunque últimamente tenía una excedencia. Lleva años vinculada al Concello, aunque de forma ininterrumpida, y con ella el Arde Lucus creció de forma espectacular. Este año ya no será edil, pero no faltará a la fiesta, asegura.

Zarzuela, enfermera, se incorporará al centro de salud de A Milagrosa. Es vallisoletana y dice que se siente «de Lugo Lugo» desde que es concejala.

Rábade vuelve a su profesión de docente tras varios años en política, primero como delegado de Educación y, en los últimos cuatro, como edil de Policía y personal. Dirigió el centro de menores Santo Anxo, de Rábade, y ahora regresa como profesor. De la misma forma, la delegada de urbanismo, María Novo, abogada, volverá probablemente a su despacho.

Por último, en el PP junto a Peña, se van Sofía López Linares, que volverá a trabajar de médico en Illas Canarias, Teresa Taboada y José Antonio Díaz Escolante. Taboada continuará con su despacho de abogada y empezará en una asesoría y Escolante seguirá como director del colegio de Paradai.

OROZCO
''A política faise de moitas formas e estou seguro de que seguiredes traballando''

El de ayer era un pleno de trámite, por lo que los únicos discursos fueron de despedida del mandato. El primero fue Xosé Anxo Lage y su intervención fue, probablemente, la de mayor emoción contenida. Se estrenó como concejal de transportes en el primer mandato de José López Orozco, donde el PSOE gobernó en coalición con el BNG, y acabó siendo el portavoz del grupo nacionalista.

Con un fino sentido del humor y muy apreciado por sus compañeros de corporación, deja el Concello después de que en el BNG no hubiera acuerdo a la hora de confeccionar la candidatura a las elecciones y su corriente, Máis Galiza, se quedara fuera. «Como toda obra humana, as cousas teñen un principio e un fin», dijo ayer, para a continuación pedir disculpas si alguna vez le pudo la irreverencia, dijo.

El portavoz popular, Jaime Castiñeira, continuará durante el próximo mandato, por lo que su discurso sólo sonó a despedida a la hora de agradecer el trabajo realizado por los compañeros de partido que dejan la corporación. A veces la oposición no es un trabajo gratificante, dijo, pero él está muy «orgulloso» del trabajo realizado por Peña, López, Taboada y Escolante, aseguró.

El último en tomar la palabra fue el alcalde, José López Orozco. «Non estou de acordo co que dixeron. A política faise de moitas formas e estou seguro de que todos seguiredes traballando por Lugo», afirmó. Por su parte, en tono de broma, prometió reformar su comportamiento en el próximo mandato, ya sea como alcalde o en la oposición, dijo.

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