Cuando la vida cotidiana se complica

Alumnos del colegio de los Hermanos Maristas y jugadores del CB Breogán aprendieron a desplazarse por el centro de la ciudad en silla de ruedas, con los ojos cubiertos con un antifaz o con cascos en los oídos. Foto: J. VÁZQUEZ
photo_camera Alumnos del colegio de los Hermanos Maristas y jugadores del CB Breogán aprendieron a desplazarse por el centro de la ciudad en silla de ruedas, con los ojos cubiertos con un antifaz o con cascos en los oídos. Foto: J. VÁZQUEZ

Cuando un movimiento tan simple como subir una levísima rampa con la silla de ruedas obliga a un esfuerzo, cuando verse privado de la visión crea desorientación o dejar de percibir ruidos del entorno genera aislamiento, la realidad golpea con fuerza al percibirse los obstáculos a los que se deben enfrentar un parapléjico, un ciego o un sordo en su vida cotidiana. Jugadores del Breogán, estudiantes del colegio Maristas, así como muchos lucenses, se enfrentaron a las barreras que tienen que superar las personas con diversidad funcional en la primera jornada del experimento 'Sensaciones. Ponte en nuestra piel', que se celebra desde ayer hasta el jueves, con motivo del Día de la Discapacidad.

Esta novedosa iniciativa está organizada por El Progreso, en colaboración con el Ayuntamiento de Lugo, Opticalia, Cogami, la Asociación de Sordos de Lugo (Asorlu), la Once, Protección Civil y la asociación cultural Amigos de Campo Castelo. Los participantes en este experimento recorrieron con un antifaz en los ojos, con cascos que anulaban su capacidad auditiva o en silla de ruedas un circuito que iba desde la fuente de Campo Castelo hasta la carpa de Diversiarte, donde distintos colectivos solidarios vendían sus productos. También se distribuyeron folletos con el alfabeto dactilológico del lenguaje de sordos.

Subirse a la silla de ruedas parecía un juego. «Es entretenido, pero no para usarla toda la vida», comentó un alumno de cuarto de Eso de los Maristas. Al breoganista Álex López le recordó la película ‘Nacido el 4 de julio’, en la que Tom Cruise interpretaba a un veterano de la guerra de Vietnam que perdió las piernas. «Debe ser complicado jugar al baloncesto así», se preguntaban otros compañeros.

Aunque exigía un esfuerzo, el uso de la silla de ruedas no resultó excesivamente complicado en un espacio libre de barreras. No le sucedió lo mismo a quienes caminaban con torpeza al quedar privados de la vista, pese a la ayuda de un guía. «Es muy incómodo. Crees que te vas a caer», reflexionó un estudiante. Colocarse los cascos era más llevadero para los chicos, pese a la momentánea incomunicación y el intento de entender el movimiento de los labios de otros compañeros que les hablaban.

«Es muy interesante que se metan en la piel de quienes deben superar estos impedimentos porque no tienen elección», explicó Roberto Pedrouzo, profesor de los Maristas. «En clase de gimnasia practicamos algunos juegos paralímpicos para sensibilizarles sobre esta problemática, pero es importante que los alumnos sientan esa dificultad en actividades de la vida diaria que parecen sencillas, pero no lo son para las personas con discapacidad», agregó.

Hoy continuarán las visitas al circuito Sensaciones Ponte en su piel, que abre de 12.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00. A mediodía acudirán autoridades locales y la plantilla del CD Lugo.

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