El Instituto Galego de Consumo está tramitando dos reclamaciones presentadas en Lugo por conductores que sufrieron averías en sus turismos que se produjeron tras repostar gasóleo, según informó la delegación territorial de la Xunta.
Una de esas reclamaciones la presentó un lucense, J.M.C., a quien su turismo lo dejó tirado en la cuneta de noche cuando regresaba de A Coruña por la A-6. El afectado explicó que el vehículo fue perdiendo potencia hasta que se paró. Tuvo que avisar a una grúa para que retirase el coche y a un taxi para que lo trasladase a él a su domicilio.
La reparación de la avería le supuso un desembolso de unos 1.500 euros. Le tuvieron que sustituir al turismo la bomba de inyección. En el taller le explicaron que se debió a las impurezas que presentaba el combustible. J.M.C. lamenta que su reclamación vaya a quedar «en el olvido» porque tendría que recurrir a otra vía para seguir adelante.
