Mató a un hombre en el año 2001 porque le exigía dinero continuamente bajo amenazas, pero una vez que cumplió su pena, y por alguna extraña razón, se olvidó del calvario al que lo había sometido la víctima y decidió seguir sus pasos, fijando su objetivo en un amigo de la niñez.
A sus 76 años de edad, el homicida de la calle Dinán, Germán Fernández Veiga, regresó ayer a los juzgados de la capital lucense y reconoció que extorsionó a un hombre y que le exigió importantes cantidades de dinero.