Condenado un médico por no acudir a casa de un paciente que falleció

La mujer del paciente llamó al centro de salud del Sagrado Corazón, donde trabajaba el acusado (Foto: Sebas Senande)
photo_camera La mujer del paciente llamó al centro de salud del Sagrado Corazón, donde trabajaba el acusado (Foto: Sebas Senande)

El juzgado de lo Penal número 2 de Lugo condenó a un médico del centro de salud del Sagrado Corazón por no acudir a la vivienda de un paciente que finalmente falleció.

Durante la vista oral, celebrada el pasado 23 de mayo, tanto el fiscal como la acusación particular argumentaron que el acusado diagnosticó por teléfono una gastroenteritis a un hombre que padecía una hemorragia digestiva. Con respecto a este punto, la sentencia recoge que el diagnóstico realizado por el acusado «podría ser correcto», teniendo en cuenta las indicaciones que le proporcionó la mujer del paciente.

Sin embargo, considera que su decisión de no trasladarse al domicilio del enfermo para prestarle asistencia directa -a pesar de que la familia lo solicitó-, «conlleva un reproche desde el punto de vista penal» y constituye una actuación «negligente».

Llamadas

El juez considera probado que en la madrugada del 16 de diciembre de 2007, el paciente, de 72 años de edad, comenzó a sentirse mal y a tener vómitos. Como su estado no mejoraba, al día siguiente su esposa llamó al centro de salud del Sagrado Corazón y le pasaron con el acusado, que trabajaba como médico de familia. La mujer le explicó al facultativo los síntomas que presentaba su marido y le dijo que tenía vómitos de color marrón, a lo que el acusado le respondió que se trataba de una gastroenteritis, que había un brote en la capital lucense, y que tomara suero y bebiera aquarius. La esposa del fallecido siguió las indicaciones, pero al ver que el hombre no mejoraba y que continuaba con los vómitos, al día siguiente volvió a llamar al doctor, quien le recetó Primperan.

Poco después, su marido le dijo que no le respondían los brazos, por lo que la mujer se puso nuevamente en contacto con el acusado, quien presuntamente le dijo que no podía hacer otra cosa y que telefoneara al 061. Finalmente, la familia llamó al servicio de emergencias, que trasladó al enfermo al hospital Xeral, donde falleció veinte minutos después de su ingreso.

Según relató la viuda durante el juicio, cuando telefoneó al centro de salud solicitó asistencia a domicilio -ya que su marido padecía una esclerosis múltiple y no podía desplazarse-, «pero me pasaron directamente con el médico y no le dio importancia a lo que le dije», apuntó.

La mujer dijo además que estaba segura de que había hablado con el acusado, y no con otro médico, una versión que el juez consideró «perfectamente creíble».

EL ACUSADO
Negó los hechos y dijo que él no hizo ese diagnóstico

 

El acusado insistió en que la mujer del paciente nunca habló con él por teléfono. «Es imposible, ya que esa sintomatología es de libro », dijo. El médico alegó además que si hubieran solicitado asistencia a domicilio, la llamada habría quedado registrada.

Registro de llamadas

En las facturas de teléfono del fallecido constan las llamadas al despacho del médico y la mujer asegura que habló con él y no con otra persona.

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