Una conductora de los autobuses urbanos de Lugo fue condenada por las heridas que sufrió una pasajera, que se quedó atrapada cuando se cerró la puerta trasera del vehículo, que siguió la marcha. El juzgado de instrucción número 2 de la capital lucense considera que la acusada tuvo una responsabilidad importante en el accidente, por lo que la condena a pagar una multa de 200 euros como autora de una falta de lesiones por imprudencia leve.
Los hechos ocurrieron hace ya dos años y medio, concretamente el 14 de octubre de 2010. Ese día, la usuaria cogió la línea que conducía la acusada y realizó su trayecto habitual.
Cuando llegó a su parada, el autobús se detuvo y la mujer se bajó por la parte trasera, pero las puertas se cerraron antes de que la pasajera se apeara completamente del vehículo, por lo que quedó atrapada.
