Con el niño a cuestas

Susana Ferreiro con su hija (Foto:EP)
photo_camera Susana Ferreiro con su hija (Foto:EP)

El contacto permanente con el bebé es el principal motivo por el que muchos padres deciden aparcar las sillas y carritos y optar por llevar a sus hijos a cuestas. Solo hay que remontarse a los orígenes de la especie humana para comprobar que nuestros antepasados ya cargaban con sus pequeños retoños. Pero pese a ser un sistema tan natural, este método todavía genera dudas sobre si resulta o no beneficioso para el bebé.

Fue precisamente este desconocimiento el que llevó a organizaciones como Red Canguro a organizar talleres formativos para promover el uso de los portabebés entre los futuros padres, una iniciativa que llegará a Lugo en el mes de diciembre.

La lucense Susana Ferreiro Mediante conoce bien los beneficios que se le atribuyen a este sistema. Y es que, tras comprobar que su bebé no se sentía cómodo en el típico carrito, decidió ponerse en contacto con la asociación y empezar a utilizar portabebés a las seis semanas de vida de la pequeña. «O instinto dicíame que a nena estaba como desorientada e moi afastada de min no carro. Choraba moito e só quería que a collera en brazos» relata Susana, que lleva usando el portabebés de forma ininterrumpida durante dos años.

Los partidarios del porteo afirman que este sistema refuerza el vínculo y la comunicación entre padres e hijos. «Cando van no carro non lles falamos, a non ser que choren», destaca esta lucense, quien asegura que los niños portados resultan mucho más sociables y se integran mejor en la familia, ya que van a la misma altura que los adultos. Además, este sistema ayuda a tranquilizar a los bebés simulando el movimiento que percibían durante la gestación.

Otro de los beneficios de llevar a los pequeños a cuestas es que se fomenta su seguridad y autonomía, pues enseguida aprenden a «reclamar libertad» de los brazos de sus progenitores y desean pasar mayor tiempo andando. Entre las múltiples ventajas que se le atribuyen al porteo se encuentra además la comodidad que supone para los padres, ya que les permite realizar otras tareas mientras sostienen a su hijo, sin que ello les ocasione lesiones lumbares.

Los defensores de este método afirman que no sólo es beneficioso para la madurez psicológica y emocional de los bebés, sino que también ayuda a un correcto desarrollo de su estructura corporal. En este sentido, el doctor José Luis Fernández, jefe del servicio de Pediatría del Hula, asegura que el porteo no supone ningún riesgo para la salud de los menores. «Al contrario, ya que está demostrado que la posición de las piernas en ranita y de la espalda en ce, puede prevenir posibles casos de displasia de cadera y escoliosis» afirma Fernández, quien hace especial hincapié en el vínculo que se crea entre madre e hijo.

OPCIONES

  • Desde mochilas ergonómicas hasta sencillas telas. Existen diferentes opciones para llevar al bebé a cuestas. La más conocida es la mochila ergonómica, que permite transportar al niño desde su nacimiento hasta los 15 kilos. El bebé va colocado el posición fisiológica, con el peso de su cuerpo sobre las nalgas. Otra opción es el Mei Tai, un rectángulo de tela con cuatro tirantes, dos para anudar a la cadera y otros dos para la parte superior del portador. Puede usarse desde el nacimiento hasta los tres años de edad.
  • Bandoleras y fulares. Otras posibilidades son la bandolera de anillas, una tela que lleva unidos sus extremos con unas anillas; el ‘pouch’, una tela cosida en forma de tubo que se ajusta a la posición deseada; o el fular, el más versátil por sus múltiples posiciones.

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