Cocina, una asignatura más

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No es un aula, es un comedor, pero allí se imparte clase. El profesor viste de traje y corbata. Se llama Pablo Sobrado y da Iniciación Profesional a la Hostelería (IPH), una optativa más en los planes de estudio de tercero y de cuarto de Eso en el IES Sanxillao. En esta clase, hay quince alumnos de cuarto de Eso y veintisiete, de tercero. Carmela Fernández es una de ellos. Está haciendo un San Francisco, un cóctel sin alcohol, uno de los muchos que les entra en el temario de este trimestre.

«Siempre me gustó mucho la hostelería y quizá haga el ciclo superior. También me gusta la cocina. De momento, aprendí ya a hacer varios tipos de café (vienés, bombón...). También hicimos varios cócteles sin alcohol», explica Carmela Fernández.

Su profesor adelanta el temario que todavía les falta por ver: cocina a la plancha y rápida (como elaboración de distintos tipos de sándwiches, tortillas u otros platos con huevos como ingrediente básico) y otras recetas un poco más complejas como espaguetis a la carbonara o crepes rellenos de piña o helado.

«Aunque todo es cocina, aquí también hacemos exámenes, tanto teóricos como prácticos, lo que pasa es que a los chicos les resulta, generalmente, más divertido estudiar esto que otras asignaturas», cuenta el profesor.

Esta materia es, como su nombre indica, una iniciación al ciclo de Hostelería y por ello se imparte solo en el IES Sanxillao, instituto que acoge la Escuela de Hostelería. En un año no se aprenden todos los secretos de la cocina pero sí, en cambio, cosas básicas y, a la vez, la mar de complicadas como pelar una naranja con cuchillo y tenedor. Cristian Muinelo, que hizo una demostración de lo aprendido, lo consiguió en cinco minutos.

Matrícula

Pese a lo atractiva que puede resultar, esta materia no es de las que gozan con más matrícula en el centro. Solo entre un 2 y un 5 por ciento del alumnado elige esa optativa.

«Generalmente, los alumnos que la cogen ya es porque tienen cierto interés en los estudios de Hostelería y, efectivamente, les sirve de iniciación al ciclo de FP», explica Pablo Sobrado.

Carla Castiñeira se ofrece voluntaria, junto con Diego Sánchez, para hacer un café a máquina. No le resulta complicado aunque, como el pelado de la naranja, reconoce que todo tiene su truco.

«La verdad es que me parece muy interesante y todo lo que hago, resulta muy rico. En casa, me pongo a cocinar y preparo varias recetas. Hice cócteles, cafés, tortitas y crepes. Uno de los cócteles que más me gusta hacer es el Very Well, que lleva zumo de naranja, de piña y de limón y granadina. Aún no sé si haré el Bachillerato u Hostelería, pero reconozco que esto es interesante y divertido», dice.

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