El agujero de la imagen apareció de repente en el Queens en los últimos meses. Está dentro de una pequeña edificación, en el fondo de la finca, y allí García Adán solía estar mucho tiempo, sobre todo cuando se pasaba con la cocaína y quería recuperar la normalidad.
Cuando los investigadores de la operación Carioca revisaron el club de alterne, hace más de cuatro años, el suelo era de cemento, sin embargo, el pasado mes de marzo se descubrió de forma fortuita que alguien había levantado esa superficie para llevarse algo que estuvo allí enterrado. Se trata de un hueco de aproximadamente dos metros de diámetro, construido sin cimientos, solo con una pequeña capa de cemento por encima.
Fue entonces cuando el juzgado restableció la vigilancia diaria y pidió ayuda a varias brigadas especializadas en un intento de descubrir qué pudo haber oculto bajo el suelo. Un laboratorio de Madrid emitirá
