La investigación sobre los puestos de agentes de movilidad del Concello, que se sigue en el juzgado de instrucción 1, continuó ayer con la presencia de otro testigo que se consideraba clave, el padre del expolicía local que previamente había reconocido que el chófer del alcalde le había pasado las preguntas de dos procesos selectivos y que grabó a José López Orozco mientras este le ofrecía enchufarle en empresas con concesiones municipales.
Sin embargo, su testimonio no fue tan decisivo como se esperaba ni como el que ya había prestado antes ante la jueza Pilar de Lara en la operación Pokemon, entre otros motivos porque aseguró que no se acordaba de muchas de las cosas. No obstante, sí confirmó que sus reuniones con el alcalde para pedir trabajo para su hijo eran habituales: «Cada vez que mi hijo suspendía», declaró, «yo me entrevistaba con el señor Orozco y este se ofrecía a hacer todo lo que pudiera para que mi hijo obtuviera el puesto... Me decía que lo sentía y que miraría otra cosa, y así sucesivamente».
Pese a que estaba presente en la entrevista que grabó su hijo, Camilo Bargueiras, en el despacho del alcalde, en la que se oye a este ofrecerle varias opciones de trabajo -agente de movilidad, un contrato de seis meses en adjudicatarias públicas o uno en firme cuando se creara la fallida empresa del agua-, el padre aseguró ayer que no recordaba si Orozco había ofrecido trabajos o no, ni de que se habló, ni sabía que estaba siendo grabado, porque su hijo no le solía contar muchas cosas «para no preocuparme». Mantiene esta versión pese a que tanto la jueza como uno de los abogados presentes le preguntan si alguien le había presionado antes de ir a declarar o tenía algún tipo de miedo.