Cada año se diagnostican en Lugo unos 750 nuevos casos de demencia

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Cada año se diagnostican en la provincia de Lugo unos 750 nuevos casos de demencias, de los que alrededor del 70% padecen alzhéimer. El aumento de información acerca de esta patología en particular y de las demencias, en general hace que los facultativos perciban un aumento en las consultas, pero la precocidad en el diagnóstico todavía no es suficiente. Será uno de los puntos que se destaquen durante la celebración, el próximo miércoles, del Día Mundial del Alzhéimer.

«Los casos siguen llegando demasiado tarde. La queja más frecuente es la pérdida de memoria y, en ocasiones, no se le da la importancia que tiene. Se atribuye al proceso de envejecimiento y se ve como algo natural», alerta Robustiano Pego, neurólogo del Hula, que advierte de la creciente importancia del diagnóstico precoz. Recuerda que la investigación en el tratamiento del alzhéimer se dirige precisamente a la posibilidad de apuntar, en el caso de un paciente con pérdida cognitiva pero que todavía no presenta síntomas claros de la enfermedad, la posibilidad de que llegue a padecerla, de forma que se pueda a empezar a tratar con antelación.

Al mismo tiempo, los especialistas perciben un aumento de consultas de personas en la sesentena, preocupadas por pérdidas de memoria que consideran primeros síntomas de alzhéimer pero que resultan no serlo. «Trátase de xente informada, que xa tivo contacto coa enfermidade e con problemas cognitivos que moitas veces están relacionados con depresión ou ansiedade», explica el jefe de servicio de Geriatría, Fernando Veiga. Son síntomas reversibles, una vez que se trata el problema subyacente.

Aunque hay casos precoces y, de hecho, la Xunta eliminó el requisito de la edad para solicitar plaza en las residencias de asistidos por ese motivo, la edad es el principal factor de riesgo de las demencias. En provincias envejecidas como Lugo la prevalencia es mayor. «A partir de los 65 años, la posibilidad de padecer una demencia se duplica cada cinco años», recuerda el doctor Pego.

No es la única peculiaridad de Lugo. Veiga anota que, frente a otras provincias españolas y gallegas, destaca el amplio respaldo familiar. «Hai moito apoio das familias aos enfermos, especialmente na zona rural. Segue sendo grande, pese a que xa houbo máis do que hai. O problema é que cada vez hai máis maiores vivindo sos», explica. El abordaje ideal para una persona que viva sola sería seguir en su casa mientras estuviera en condiciones de hacerlo y, si tiene un familiar, pasar las jornadas en un centro de día y las noches, en casa. Si no fuera así, la única alternativa sería una residencia.

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