Buscan el cadáver de una prostituta del Queens vista inconsciente tras una paliza

La jueza del caso Carioca investiga en estos momentos la misteriosa desaparición de una joven prostituta que fue vista por sus compañeras por última vez inconsciente tras recibir una brutal paliza en el club de alterne Queens, en O Ceao, donde el martes y el miércoles agentes de la brigada científica trabajaron para recoger restos que pudieran haber quedado de la agresión, ocurrida en 2007.

Aquella noche, el encargado del local, J.M.G.A., quien mantenía relaciones con varias chicas de forma simultánea, centró sus iras -siempre según los testimonios de las prostitutas ante la jueza- en una de ellas, de nombre Ana y de nacionalidad suramericana. El nombre completo de la chica se desconoce, al igual que su procedencia exacta, porque hasta el momento nadie la reclamó.

Las chicas que estaban trabajando esa madrugada en el burdel declararon que el supuesto proxeneta se encerró con Ana en una de las habitaciones y comenzó a golpearla brutalmente. Los gritos se oían en todo el local y los golpes se prolongaron durante un buen rato. Cuando se abrió la puerta, aseguraron, salió J.M.G.A. y dejó tras de sí a la chica postrada en el suelo y sangrando de forma abundante.

Otras personas que estaban en el Queens se encargaron de recoger a la mujer, totalmente inconsciente, y dijeron al resto de chicas que debería recibir atención médica. Sin embargo, ni se presentó ambulancia alguna ni al parecer fue atendida en ningún centro hospitalario. Ana desapareció sin dejar rastro.

En los días siguientes comenzaron a correr los comentarios entre las chicas. El más coincidente era el de la posible muerte de Ana, cuyo cadáver habría sido enterrado en el propio solar del Queens o en las inmediaciones. Una de las mujeres llegó a relatar que el cuerpo estaría debajo de una caravana, en unos terrenos cercanos.

A pesar de que no hay cadáver y tampoco identificación de la víctima, la jueza Pilar de Lara considera que hay suficientes datos para investigar el crimen. Por ello, envió a la brigada científica al Queens para revisar las paredes donde, a pesar de que se dio una mano de pintura, la sangre quedó impregnada y puede ser analizada aún tres años después. El problema es que el ADN no podrá ser comparado porque hasta el momento ni hay cadáver ni hay familiares de la desaparecida.

Cuanto más avanzan la pesquisas más convencidos están los investigadores de que Ana no se marchó por voluntad propia, una práctica que tampoco sería extraña en el mundo de la prostitución. Lo que sí es excepcional es que nadie, ni sus amigos, supiesen más de su paradero.

La pintada que recuerda su falta

Hace más de un año que hay una pintada en Lugo que se pregunta «¿Dónde está Ana?», al lado del nombre del cabo de la Guardia Civil que está en prisión por la operación Carioca. Está en un muro, en los accesos de Lugo a través de la Avenidad de Madrid. El guardia efectivamente conocía a la chica, pero declaró en el juzgado que de un día para otro dejó de saber de ella.

Obras en O Ceao

El juzgado pidió en enero datos sobre trabajos de conservación realizados en viales de O Ceao y Albeiros. De haber sido enterrado el cuerpo, posiblemente se intentó determinar si quienes lo hicieron aprovecharon las obras.

INSTRUCCIÓN

La jueza traslada las investigaciones a La Colina

Pilar de Lara desplazó ayer hasta La Colina a la comisión judicial que durante el martes y el miércoles registró las instalaciones del Queens. Ambos locales estaban regentados por la misma persona, J.M.G.A., uno de los principales imputados en la operación Carioca.

En torno a la cinco de la tarde, la jueza, acompañada por la secretaria judicial, varios miembros de Policía Judicial del la Guardia Civil y por un furgón en que viajaba J.M.G.A., se desplazaron hasta el club situado en Outeiro de Rei. Sin embargo, al parecer carecían de las llaves del local -precintado y bajo custodia policial desde el año pasado-, por lo que tuvieron que llamar a un cerrajero que reventara la cerradura de una de las puertas.

La autoridad judicial estaba acompañada de los agentes de la Guardia Civil de Madrid que desarrollan la operación, quienes llegaron a Lugo el pasado lunes para realizar los registros que había programado la jueza De Lara.

Posteriormente, y siempre en presencia del detenido, que estaba esposado y custodiado por dos agentes, comenzó el registro y la toma de pruebas, que se prolongó hasta última hora de la tarde.

Antes, por la mañana, Pilar de Lara continuó con la toma de declaraciones en su juzgado.

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