Los lectores que se quieren hacer con un libro no son fáciles de detener y emprenden búsquedas infatigables. Si es preciso se encarga a un amigo de un amigo de un amigo, si es preciso se compra en internet, si es preciso se pagan los portes desde Australia... Sin embargo, nada sustituye el placer de curiosear en una librería y dejarse sorprender por un hallazgo inesperado.
Paola Sepúlveda, chilena de nacimiento, vivió 20 años en Barcelona y era una asidua clienta de librerías de segunda mano en inglés. Es traductora e intérprete y ese es su idioma de trabajo, así que le gusta leer a los autores americanos e ingleses en su idioma original. No le hace ascos a comprar en internet, pero rebuscar entre las estanterías de una librería física es un placer que conoce bien.
Como tantos otros negocios, Real Reads -que regenta junto a su pareja el lucense Miguel López- nace para llenar un hueco del mercado que ella misma buscaba. «Cuando vine a vivir aquí vi que no había ese tipo de librerías a las que yo solía ir mucho», explica.
