Bosquejo de una artista

Los lápices y las témperas están entre sus juguetes preferidos. Paula Barreiro Rodríguez cursa quinto de primaria en el colegio San Xosé de Lugo y su afición por el dibujo y la pintura se advierte solo con verla sacar un lápiz del lapicero, mientras dibuja un arco en el aire antes de que el color se pose suave en el papel y comience a impregnarlo enérgicamente.

Ya ha ganado varios certámenes artísticos, el último de ellos el concurso de pintura de Begonte 2011 en la categoría de hasta 10 años -en la anterior edición también se llevó el primer puesto-. Dibujar es «una de las cosas que más me gusta», señala. Además es aficionada al deporte, como el tenis y las competiciones de judo.

Comenzó a descubrir su interés por la pintura a los 5 años y ha ido convirtiendo su afición en un juego al que se dedica «cuando acabo los deberes, y los sábados y domingos en mi tiempo libre», dice.

Los premios del certamen begontino -en esta edición una escultura de Sargadelos y 70 euros que aún guarda- se suman a otros como el de la biblioteca municipal (con acuarelables); el de la muralla -con la representación «de una parte del monumento, un señor andando y una vista de las casas»- y, en 2008, el certamen local del Día das Letras Galegas.

Paula prefiere hablar de técnicas antes que de estilos y ahora está experimentando con óleo sobre madera -el mismo proceso que utiliza a veces con las témperas-, «aunque también se pueden emplear lienzos», puntualiza con una sonrisa. La temática gira en torno a representaciones de «personajes y paisajes», dice.

En sus composiciones sigue un proceso que consiste en esbozar «el dibujo a lápiz -puedo coger un modelo y modificarlo o inventarlo-, perfeccionarlo y colorearlo».

Sencillo, aunque con resultados sorprendentes. Cada vez mejores.

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