Blanco reta a Feijóo a acabar la autovía de Lugo a Monforte a la vez que él la que lleva a Santiago

ELP1511P4F3.JPG
photo_camera ELP1511P4F3.JPG

José Blanco recuperó ayer en Lugo su perfil más combativo para echar en cara al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que recurra «a una política de mentira, victimismo y lloriqueo» para tapar lo que, a juicio del ministro, no es sino simple «incompetencia». A esa política contrapuso la del Gobierno central y la de su propio ministerio, el de Fomento, para retar a Feijóo «a que acabe la autovía entre Lugo, Sarria y Monforte -porque necesitamos una autovía, no una corredoira- en el mismo plazo que yo voy a terminar la autovía entre Lugo y Santiago».

El ministro fue la figura central en el acto de presentación de las candidaturas de José López Orozco y José Ramón Gómez Besteiro como candidatos en las próximas elecciones municipales. Una cita que, bajo el nombre de II Festa da Cidadanía, reunió a cientos de simpatizantes socialistas y que incluyó un magosto y un baile con orquesta. Además de los tres citados, intervinieron el secretario autonómico del PSdeG , Pachi Vázquez, y el secretario provincial, Ricardo Varela.

Bajo una carpa que se quedó pequeña y con una cuidada escenografía que incluyó un vídeo sobre el alcalde, Blanco entusiasmó al auditorio con sus furibundos ataques al Gobierno gallego, en base a constantes comparaciones entre las inversiones y las actuaciones ante la crisis del Gobierno central y del autonómico. Así, echó mano de dos de los grandes iconos de la política lucense en los últimos años, el puente y el auditorio. Blanco recordó que tanto él como Feijóo llegaron a sus actuales responsabilidades casi a la vez y se encontraron «los dos problemas en la misma situación y con el mismo precio, en torno a los 19 millones de euros. El puente ya lo podéis ver, mientras que por el auditorio seguimos esperando dos años después».

Doble mentira

Además, acusó a Feijóo de mentir doblemente en el tema del supuesto desvío por parte de Portugal de los fondos europeos destinados al Ave Vigo-Oporto. Según Blanco, ni Portugal tuvo nunca intención de desviarlos, porque son fondos finalistas, ni la UE respondió al presidente gallego, tal y como éste afirmó, sino que Feijóo vendió de ese modo una respuesta que un comisario europeo hizo a una pregunta al respecto de un eurodiputado conservador luso. Por todo ello, insistió en acusar al presidente gallego de tratar de tapar la incompetencia con mentiras, y lo retó a reflejar en el DOG el mismo compromiso con Lugo que él refleja en el BOE.

Al respecto, indicó que en breve inauguraría cuatro nuevos tramos de la A-8 y que acabará el proyecto y contratará la obra del tramo Palas-Arzúa de la autovía a Santiago.

Entre reproche y reproche a Feijóo, aún tuvo tiempo de mostrar su confianza en el nuevo proyecto de Orozco, un político que Pachi Vázquez había situado anteriormente como «un modelo de entender y vivir la política». «Orozco», aseguró el líder de los socialistas gallegos, «se ha convertido ya en una marca dentro del municipalismo, una manera de gobernar».

Tampoco Vázquez dejó pasar la ocasión de atizar al presidente de la Xunta. «Pregona que es el presidente de la ética», afirmó el socialista, «pero es el abanderado del transfuguismo y la corrupción». Así, reclamó que se ponga en primer lugar de los objetivos políticos la ayuda a los parados, a los ganaderos y a los pescadores, y que se invierta en la gratuidad de los libros, en sanidad o en recuperar el Noitebús. «Menos atacar a Pepe Blanco», exigió Pachi Vázquez a Feijóo, «y más defender Galicia».

Así las cosas, no es de extrañar que el PPdeG hiciera público ayer por la tarde un comunicado en el que critica a ambos líderes socialistas por «competir en radicalismo» para criticar a Alberto Núñez Feijóo, al tiempo que pedía al ministro de Fomento que acompañe «sus fanfarronadas» de inversiones y deje de «insultar». En opinión del PPdeG, Blanco debe venir a Galicia «con el BOE debajo del brazo y con inversiones comprometidas» para las infraestructuras ferroviarias y viarias «pendientes».

besteiro y varela. Mucho más centrados en el tema del acto de ayer, la presentación de la candidatura, José Ramón Gómez Besteiro y Ricardo Varela habían abierto las intervenciones aludiendo al que, a su juicio, ha sido la gran aportación de Orozco en estos once años de alcaldía: la recuperación del orgullo de ser lucenses gracias al gran impulso que en este tiempo ha experimentado la ciudad, un logro que llevó a Varela a coronarlo como «Orozco I o Modernizador». Ambos repasaron las principales obras realizadas en este periodo y situaron al alcalde y a su equipo como la mejor garantía para alcanzar «una segunda modernización».

Puesta en escena: Estética mitinera para un acto milimetrado

Mucho jersey de pico, mucho vaquero y mucha americana sport con la camisa desabrochada y sin corbata. En el más puro estilo de los modernos mítines, el acto de ayer dejó para la improvisación mucho menos espacio del que parece. Fue evidente en la manera pretendidamente espontánea de ‘repatir juego’ que tuvo el alcalde durante su intervención, en la que dio entrada para breves acotaciones a Sonia Méndez, Concepción Burgo y Margarita Pérez Herraiz.

Volvió a demostrar, sin embargo, que es uno de los políticos que más cómodos se sienten en el escenario, tanto como Besteiro, que fue el encargado de abrir el acto. Lo hizo con un chiste sobre Rajoy y su intolerancia al café, «no sea que espabile».

OROZCO, CANDIDATO
''Necesito a todos para conseguir nuestro sueño de hacer más Lugo''

Sin papeles y sin parapetarse en el atril. A pecho descubierto y moviéndose por todo el escenario como si se tratara de un monólogo en un teatro, cómodo en su papel, José López Orozco reclamó «la confianza y el apoyo de todos y cada uno de los vecinos para conseguir ese sueño que tenemos: un Lugo más desarrollado, con más trabajo. Más Lugo».

El actual alcalde argumentó su decisión de volver a optar a la alcaldía tanto en el trabajo ya realizado, que en su opinión ha transformado la ciudad «y no tiene marcha atrás», como en un proyecto de futuro «ilusionante» que ha de cimentarse «en el bienestar social, la piedra fundamental sobre la que vamos construyendo la ciudad».

Los, a su parecer, evidentes avances que se han conseguido en cultura, turismo, deportes, políticas de empleo, centros sociales o infraestructuras para barrios y zona rural han conseguido que hoy «el alcalde de Lugo, y no por mi persona, esté en todos los foros importantes de debate y discusión».

Convencido de que todavía conserva «la vocación de servicio, las ideas para avanzar en común y la capacidad de trabajo e ilusión», Orozco reclamó el apoyo para un equipo que «no tiene miedo a este momento. Es complicado, ¿pero quién puede solucionar un problema con miedo? Hay que tener ambición y ganas de trabajar y de unir a la gente. La muralla se cimentó piedra sobre piedra, y todas son necesarias. Igual que todos somos necesarios para hacer una ciudad». El público se le entregó, y son votos.

Comentarios