Blanco dice que de nada sirven las infraestructuras sin formación

Asistentes al acto, entre ellos, estudiantes recién licenciados que recogieron su título (Foto: Xesús Ponte)
photo_camera Asistentes al acto, entre ellos, estudiantes recién licenciados que recogieron su título (Foto: Xesús Ponte)

El ministro de Fomento ofreció ayer la lección inaugural del curso en el centro asociado de la Uned de Lugo, aunque lo que mayor satisfacción le reportó fue, claramente, anunciar el cese de la violencia de Eta, que arrancó los aplausos de la sala. «A pesar de las cosas que están sucediendo en este momento he querido mantener mi agenda, entenderán las razones dentro de poco tiempo», había dejado caer crípticamente al principio de su discurso, pero fue a su término, y tras haber salido de la sala por unos minutos, cuando confirmó la noticia.

Antes de ese momento, Blanco había pronunciado una conferencia en la que comparó la educación con las infraestructuras: «Somos conscientes del impulso que una infraestructura de última generación, como una autovía, da al desarrollo de un territorio», indicó, pero «de nada sirve si sus habitantes se marchan por falta de expectativas o las empresas no pueden desarrollarse porque no encuentran personal capacitado. La inversión en capital físico solo es rentable si como país no disponemos de recursos para investigar» y avanzar en el conocimiento, señaló.

Le llama la atención, dijo, que en muchos políticos «abunda la exigencia de construcción de infraestructuras y brilla por su ausencia la petición de inversión en conocimiento», cuando, en su opinión, «antes que autovías y Ave y aeropuertos debe prevalecer un sistema educativo fuerte».

Para Blanco, «la principal baza para romper barreras sociales y de clase es la democratización del servicio educativo público». Según el ministro de Fomento, España ha conseguido en los últimos años grandes avances tanto en infraestructuras como en calidad educativa, si bien reconoce que «hay que hacer un esfuerzo en el campo de la Formación Profesional» y en la transferencia de conocimiento.

El ministro justificó además que en Galicia se formaran tres universidades en 1989 porque «sirvió para elevar la tasa de escolarización de la sociedad gallega, entonces de las más bajas del país». De igual modo, en la actualidad la educación jugará un papel clave para «cambiar las bases de la economía» y reconoció el reto de recuperar a quienes se han quedado al margen de la formación durante la época de bonanza y «dotarlos de las herramientas necesarias para insertarse en una sociedad marcada por el conocimiento».

Blanco definió la Uned como «una institución que ha sustanciado la idea de cómo debe ser concebida la universidad pública en nuestro país» y alabó su papel, «clave para la integración social, el bienestar y la convivencia».

El director del centro asociado de la Uned, José Luis Prieto, agradeció la presencia del ministro y alabó también el trabajo de la secretaria del centro, Ana Belén Traseira, de quien dijo que su trabajo hizo posible que la coordinación académica del área noroeste se lleve desde Lugo. También apuntó que el sistema de clases compartidas entre centros se extendió al resto de la institución desde esta zona y que al principio el gobierno universitario no lo aceptó porque «dijo que atacaba la esencia de la universidad», recordó. «Ustedes oirán cosas semejantes» en el proceso de reorganizar la universidad, apuntó al auditorio, pero se mostró confiado de que la universidad presencial hallará su camino.

Blanco y Prieto compartieron mesa con el alcalde, José López Orozco; el presidente de la Diputación, José Ramón Gómez Besteiro; el diputado provincial delegado de Cultura, Mario Outeiro, y Rodrigo Martín, vicerrector de Cooordinación de centros. También acudieron el subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe, y el vicerrector de Coordinación del campus de Lugo, Pedro García Herradón, entre otros.

FUTURO
La nueva sede estará lista en primavera

El centro asociado de la Uned podría trasladarse a su nueva sede, en el antiguo hotel Miño, el curso próximo si se cumplen las previsiones que adelantó ayer el presidente de la Diputación, que indicó que los trabajos de acondicionamiento comenzará antes del final de este año y la previsión es que terminen en el mes de abril. Se invertirán, dijo, 1,3 millones de euros y el centro contará con unas instalaciones de 2.000 metros cuadrados a su disposición.

Más de 1.500 solicitudes

Según indicó la secretaria del centro, Ana Belén Traseira, se recibieron 1.578 solicitudes para las 26 titulaciones antiguas que ofrece el centro y 21 grados nuevos. En el centro lucense, 89 tutores imparten clase y se pueden estudiar 607 materias. También apuntó que durante el último año se incrementaron sustancialmente los préstamos bibliotecarios.

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