La Trenca era una meretriz que regentaba una casa de prostitución en la Rinconada do Miño de Lugo. «Chamábanlle a Trenca porque era moi gorda e tiña as pernas tortas», recuerda el historiador Adolfo de Abel Vilela. Estaba casada con un señor «moi delgadiño», que, cuando ella murió, cuidó con esmero su tumba, en la que se puede leer uno de los epitafios más curiosos del cementerio de San Froilán. 'Cuando la muerte se acerca a llamar a los mortales, no valen las medicinas ni los grandes capitales', reza la lápida.
Y no sólo eso. Hasta hace poco en la tumba todavía se podía ver con nitidez una fotografía del viudo observando el féretro de su esposa. «Agora xa case non se ve porque está moi borrosa», apunta el encargado de la necrópolis, Serafín Saavedra.
De Abel Vilela y Saavedra condujeron la primera visita guiada a San Froilán, en la que participaron el alcalde, José López Orozco; la concejala responsable del cementerio, Luisa Zarzuela; otros miembros de la corporación; algunas personas vinculadas profesionalmente a la necrópolis, y la presidenta de la Asociación de Cementerios Significativos de Europa, María Luisa Izaguirre, de la que forma parte el camposanto lucense.
Izaguirre acudió a Lugo para participar en el estreno de este proyecto, con el que el Concello busca ofrecer un nuevo espacio de interés histórico y artístico no sólo a los turistas sino también a los vecinos. «Todos los lucenses visitan el cementerio, pero seguramente no para verlo, por lo que seguro que en estas visitas descubrirán algo distinto», afirmó Zarzuela. «En los últimos años hemos trabajado intensamente para que nuestro cementerio sea un lugar especial y ahora queremos que sea un espacio más en el recorrido por la ciudad», añadió.
El Concello diseñó una ruta con una treintena de paradas en los puntos de mayor interés, bien por su valor artístico, por su aportación histórica o por aspectos curiosos.
El camposanto acoge piezas realmente destacables, como el mausoleo situado frente a la entrada principal, una construcción del último cuarto del siglo XIX de estilo neogótico que contrasta con un panteón cubista ubicado muy cerca.
La necrópolis lucense es un buen ejemplo de que «o estilo é a época», una de las frases más populares de Nemesio Cobreros, arquitecto que dejó mucha obra en la ciudad, incluido el cementerio. Y es que a San Froilán fueron trasladadas varias tumbas y mausoleos desde la antigua necrópolis, que estuvo en el lugar que hoy ocupa el Gran Hotel hasta los años cuarenta del siglo pasado.
Una de las piezas más destacadas es la cruz dedicada a los soldados repatriados de las guerras de Cuba y Filipinas, diseñada por el arquitecto municipal Juan Álvarez de Mendoza, que fue el introductor del modernismo en Lugo y luego llevó el estilo de la cruz lucense al monumento de los mártires de Carral, recordó ayer Abel Vilela.
La cruz fue construida por suscripción popular, al igual que el mausoleo del sacerdote García Abad, una copia de Cobreros de un panteón del cementerio de Burdeos.
Aunque desde el punto de vista artístico una de las piezas más interesantes, en opinión de De Abel Vilela, es el Cristo Redentor de Francisco Asorey, una de las escasas esculturas cubistas que hizo.
En la visita de ayer participaron también algunos profesionales que tienen obra en el cementerio, como el marmolero Traseira, y familiares de otros que ya han fallecido, como una hija del escultor Manuel Mallo. Entre los primeros estuvo también Xabier Froiz, autor de la pirámide de cristal del Xardín das Lembranzas, el espacio habilitado para la oración y el depósito de cenizas.
La presidenta de la Asociación de Cementerios Significativos de Europa se mostró convencida de que el programa de visitas a San Froilán será un éxito por la belleza y el interés del camposanto, señaló. «Cuando comenzamos las visitas al cementerio de Barcelona, en 2004, el primer día éramos la guía y yo, y ahora cada domingo hay 20 o 25 personas», afirmó.
El siguiente reto del cementerio lucense es entrar en la ruta europea de necrópolis, declarada gran itinerario (igual que las rutas jacobeas, por ejemplo) por el Consejo de Europa. En la actualidad está integrada por 49 cementerios de 36 ciudades y 16 países.
- El 3 de octubre, siguiente visita. La concejala de cementerio, Luisa Zarzuela, explicó que de momento las visitas se harán bajo demanda. Los interesados deberán dirigirse al teléfono gratuito 010 y, cuando haya cierto número de demandantes, se organizará un recorrido. Las visitas serán, en todo caso, los domingos por la mañana, entre las once y la una, horas de llegada y de salida del autobús. Con todo, ya hay una organizada para el 3 de octubre.
