Árboles como McDonald's

capta mi atención el escaso interés que tienen las administraciones públicas por utilizar especies autóctonas en la ornamentación de vías y espacios públicos. Hay casos flagrantes de mal uso de plantas exóticas, como los llamativos plumeros argentinos que, partiendo de las medianas de las autovías, se han esparcido por toda la comunidad. El vistoso plumero es una especie invasora que acaba desplazando a la flora autóctona, por lo que supone una amenaza para la biodiversidad.

Conocía este caso, pero un amigo especialmente interesado en la botánica me comenta que hay muchos otros, quizás no tan vistosos. Por ejemplo, el uso de magnolios, palmeras, roble americano, olivo o arce en la ornamentación natural urbana. Quizás no plantean un riesgo de diseminación tan alto como el del plumero, pero suponen, dice mi asesor, un coste mayor de mantenimiento porque se adaptan peor a las condiciones climáticas de esta parte del mundo, que no es la suya.

Me pregunto, por lo tanto, qué criterios se usan cuando se diseña un proyecto de este tipo que se va a pagar y mantener con fondos públicos.

Además de ser más cara y a veces dañina, este forma de actuar causa una enorme decepción a quienes, como mi amigo, hacen turismo botánico y les gusta ver las especies propias de los sitios que visitan, y no encontrarse las mismas especies en todas partes. Como los McDonald’s.

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