Ambiente no convencional

LUGO ES UNA ciudad tan pequeña y endogámica que a la vuelta de la esquina te puedes encontrar con tu sombra y, dependiendo del humor que lleves, le niegues el saludo. No suele ocurrirles a los políticos y eso que a veces la tensión de la escena pública puede llevar a pensar que ya en la platea la rivalidad partidista se mantiene. Qué va, para ellos el apretón es obligado hasta el punto de que hay quien asegura haber visto a alguno estrecharle la mano a un maniquí. Solo hay que acudir a algún cóctel o pincholibro -como llamamos en el argot plumilla a esas presentaciones con aperitivo que la crisis demonizó por los excesos de algunos-, para ver la cordialidad que derrochan entre sí los políticos, generalmente mayor con los del bando ajeno. Sin embargo, la irrupción en la vida municipal de la corrupción, una palabra proscrita para los que viven de lo público pero que la Justicia ha convertido en macrosumarios, enconó el tono de los discursos y enturbió ese buen rollo postdebate que solían practicar los concejales.

El último ejemplo lo protagonizaron esta semana los portavoces municipales de PSOE y PP, que pese a lanzarse lindezas en los plenos o preparar gags humorísticos para caricaturizarse en público, solían retomar en el entreacto la buena vecindad que se le presume a todo prohombre. Pero tuvo que ser el caso Pokemon y los supuestos amaños y favores que se destaparon en el sumario lo que ha puesto de los nervios tanto a Jaime Castiñeira como a Luis Álvarez, que a tenor de las palabras del último para responder al popular daba la impresión de que amenazaba con retarlo al amanecer.

«Pódese estar expoñendo a unha resposta non convencional», dijo el socialista, aunque sin aclarar si le estaba enseñando el camino de los juzgados o del parque Rosalía, que fue, de toda la vida, el lugar donde los lucenses se citaban para aclarar sus diferencias y que casi siempre enterraban con un brindis en el mirador.

De todas formas, Luis Álvarez, quien se sintió ofendidísimo porque Castiñeira le comparó con el confeso Liñares, apeló a la relajación y la moderación para evitar las «arroutadas de taberna», de las que en Lugo ni se libran las autoridades judiciales.

El portavoz popular prefirió no responder a la amenaza, ni siquiera a través de un corte de voz contundente como el que envió el miércoles por correo electrónico a los medios para atacar al concejal socialista. Habrá que estar atentos quizá a su cuenta de Twitter.

Se anuncia una candidatura municipal mientras se negocian otras en la sombra

La resaca del Carnaval hizo pensar a algunos que el anuncio realizado el jueves por el conocido lucense Xoán Rompe de que iba a encabezar una candidatura municipal se trataba de un acto fuera de programa. Pero no, el portavoz de Abre la Muralla parece que va en serio y después de los movimientos iniciados por compañeros de asociación vinculados al centro-derecha para promover otra lista, él mismo se ha decidido a liderar un proyecto más cercano al movimiento de izquierdas Democracia Real Ya. Su idea es acabar con la corrupción, el amiguismo y los políticos que viven del cargo, una bandera que puede servir para atraer votos, pero que precisa de algo más que discurso. Por ejemplo, una estructura de partido y más candidatos conocidos.

Tendrá que trabajar mucho Rompe para conseguirlo si no quiere acabar cosechando solo el voto simbólico de los amigos y algún que otro ciudadano cabreado. Y eso es precisamente lo que están haciendo sus compañeros de Abre la Muralla, que hace tiempo que comenzaron a tocar a destacados dirigentes del movimiento vecinal para intentar que encabecen un proyecto político que el exalcalde Vicente Quiroga prefiere no liderar, pese a que sí está volcado en ponerlo en marcha.

Y aunque falta todavía más de un año para las elecciones municipales, los grandes partidos tradicionales le empiezan a ver las orejas al lobo y también están preocupados por la irrupción de fuerzas desideologizadas y con tirón entre el personal cabreado, porque pueden restarles votos no solo en la batalla por el Concello sino también por la jugosa Diputación.

De hecho, el propio secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, también tanteó a algún portavoz de esos movimientos ciudadanos que se movilizaron para exigir los servicios médicos del Hula, con la intención de incorporarlo a una lista municipal en la que no solo existe la incógnita de si Orozco será el cabeza de lista, sino que también está por confirmar si el propio Besteiro figurará en ella o, por el contrario, se dedicará de lleno a prepararse para la batalla autonómica. Eso sí, la novia parece que por ahora no quiere bailar.

(Texto publicado en la edición impresa de El Progreso el 8 de marzo de 2014)

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