Álvaro Rodríguez Eiras: ''El campo tiene una gran capacidad para salir de la crisis''

Fe en el campo. Es lo que dice tener Álvaro Rodríguez Eiras, promotor del premio Aresa, que se entrega este viernes al grupo Ingapan. El empresario lucense repasa las dificultades que vive el sector, que aconseja afrontar sin alarmismos. A la vez, reivindica la importancia de mantener la producción autóctona. Potenciar la economía del sector agroganadero para dignificar la vida de los productores es el caballo de batalla de este empresario lucense, que hace diez años ideó un premio para distinguir a aquellos que contribuyan al desarrollo rural, que está dotado con 10.000 euros en metálico. El acto de entrega al ganador de este año, Ingapan, al que asistirá el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, se celebra este viernes en Lugo.

PREGUNTA: En esta edición del Premio Aresa se ha reconocido al grupo Ingapan, ¿por qué motivos lo han distinguido?
RESPUESTA: Es una empresa que ama la provincia de Lugo y Galicia y lo tiene sobradamente demostrado. Las materias primas, si puede, las compra en Galicia. Eso nos parece digno de premiar y además esperanzador, porque ayuda a que se potencie la producción de materias primas en nuestra comunidad al generar mercado para los agricultores. Después del acto de entrega, lo que por cierto será la novedad de la presente edición, se agasajará a los asitentes con una degustación de productos elaborados de los premiados en éste y en anteriores años, como Ingapan, la Indicación Xeográfica Protexida Ternera Galega, la denominación de origen Ribeira Sacra o la quesería Casa Macán.

P: ¿Cuando creó este galardón se imaginaba que tendría tal poder de convocatoria y que alcanzaría las diez ediciones?
R: Nuestra idea inicial era más modesta. Pero ya nos dimos cuenta de su importancia cuando en la primera convocatoria tuvimos un éxito desproporcionado. Llevamos diez años tratando de que salga mejor. Para eso reunimos al mejor jurado posible para elegir siempre a los premiados analizando bien sus méritos y con toda imparcialidad. Todos los años contamos con un rector de una universidad de fuera de Galicia relacionado con el sector primario, en este caso el de la de Las Palmas de Gran Canaria, el biólogo José Regidor, que me comentó que intentaría convocar en su campus un premio similar al nuestro.

P: El campo está en permanente crisis, ¿pero esta vez quizás ha sido uno de los sectores que se está resintiendo más?
R: En mi sector en particular, debido al altísimo coste que tuvo el petróleo —uno de sus componentes, el nitrógeno, es materia prima para elaborar los fertilizantes—, éstos alcanzaron en 2008 unos precios que provocaron que los agricultores dejaran de comprarlos. Ahora han vuelto a los precios de 2006, por lo que no hay razón justificada para no utilizarlos. Además, hay que pensar en el perjuicio que esta carencia le causa a la tierra, que precisa que la fertilicen para recuperar sus fuerzas para producir, como nosotros necesitamos alimentarnos. En general, la economía es obvio que está mal, pero habría que hacer una matización, el alarmismo está generando una psicosis ciudadana que retrae el consumo. Hay trabajadores que no han perdido poder adquisitivo, en la provincia ha aumentado el ahorro bancario, y las tiendas, las empresas, necesitan vender.

P: ¿Cree que la luz del final del túnel está cerca?
R: Veo la salida. Si repasamos la historia siempre hemos tenido problemas en todos los sectores y siempre se ha acabado solucionándolos. Tenemos capacidad para sobreponernos y, sobre todo, el campo, que siempre ha estado en crisis. Los jóvenes se vienen incorporando con sus inquietudes para desarrollar y están mejor preparados para aprovechar las posibilidades de las nuevas tecnológicas. Otro asunto crucial es que las subvenciones públicas son absolutamente necesarias. Existen en todos los países occidentales, por ejemplo en Francia escandalosamente. Pero no se puede vivir sólo de las ayudas y hay que intentar que la producción sea más competitiva.

P: ¿Y su empresa cómo capea el temporal?
R: La nuestra es una empresa familiar, fundada en Lugo hace casi 40 años, que participa en un mercado muy competitivo. Nuestros planes son, en primer lugar, de consolidación. Con la Sociedad Agrícola Galega (Soaga), de la que somos socios con cierto peso, lideramos la distribución de fertilizantes en Portugal y en la Cornisa Cantábrica. En el país vecino copamos el 20 por ciento de las ventas.

P: ¿En qué proyecto está inmerso su grupo ?
R: En Begonte, en donde se encuentra la planta de nuestra firma Granova, que está especializada en alimentación animal natural, estamos ampliando las instalaciones con el fin de aumentar la producción de cereales y para centralizar el servicio de logística de Todocampo. Ésta es otra filial de Aresa que dispone de una red de 40 tiendas en toda Galicia, franquiciadas y en propiedad, en las que se puede comprar todo tipo de productos para el campo, desde pesticidas hasta aperos de labranza o ropa de trabajo. Pensamos ampliar el número de establecimientos y de productos que ofrecemos.

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