Alta tensión a las puertas de los comercios

Puesto de venta de bebidas. XESÚS PONTE + PEPE ÁLVEZ
photo_camera Puesto de venta de bebidas. XESÚS PONTE + PEPE ÁLVEZ

¡No nos dejan trabajar. Estamos desesperados! Con esas dos frases, pronunciadas con angustia por una responsable de la cafetería Xoldra, se resume el sentimiento de impotencia que mostraban ayer comerciantes de Lugo ante la invasión de manteros en calles supuestamente vetadas a la venta ilegal.

El afán por vender de los africanos sin licencia, que viven en la miseria, chocaba con la necesidad de los comerciantes locales de trabajar para salvar un año de crisis. ¡Y saltaban chispas! Los comerciantes se declaraban vencidos y se quejaban de la falta de respuestas. La portavoz del Xoldra, en la calle Ángel López Pérez, contaba que había ido en busca de soluciones al Ayuntamiento y a la Asociación de Hostelería. En ninguno de los dos sitios encontró respuesta y tuvo que recurrir a valerse de sus medios para echar de su puerta a los manteros, que recurrentemente volvían a lugares visiblemente buenos para la venta.

Igual que ocurría en ese local, otros muchos negocios tenían que velar ayer para que el acceso a sus negocios estuviera medianamente despejado para permitir la entrada de clientes. La escena se repetía en muchas calles, ya que ayer los manteros lograron definitivamente colarse en el casco histórico, además de asentarse en calles como la Avenida de Ramón Ferreiro o Ángel López Pérez.

De hecho, en esta última calle los manteros llegaron a asentarse con total tranquilidad a las mismas puertas de la sede de la Policía Local. Metros más abajo, en el entorno del ferial, el intento de entrar a una tienda, a un bar o de ir a comprar lotería -algo que hacen muchos visitantes al San Froilán- resultaba extremadamente complicado. Tampoco era fácil circular, ya que la situación llegó a un punto en el que casi resultaba más fácil andar por el ferial que por calles que supuestamente debían estar libres de puestos ambulantes.

La Policía Local aseguraba que se hacía lo que se podía para contener el fenómeno mantero, «aunque es como jugar al gato y al ratón». De momento, no hay constancia de incautaciones de productos ilegales.

Luz y bebida ambulante

La llegada en masa de los manteros está provocando este año, además, situaciones nuevas. La astucia desplegada por algunos para hacer enganches eléctricos con que iluminar sus puestos por la noche tiene asombrados a algunos lucenses, que especulan con que las conexiones se hacen en farolas del alumbrado público.

Al amparo de los manteros está creciendo también un negocio de venta ambulante de bebida, al que se dedican sobre todo mujeres africanas que, con carros de supermercado y otro tipo de carritos, van ofreciendo bebidas y café a los vendedores. En el parque hay también puestos fijos de comida para los africanos.

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