Agentes del caso Carioca investigan si policías locales de Lugo quemaron un coche

Los agentes encargados del caso Carioca, que investiga las redes de prostitución en Lugo y sus posibles conexiones con agentes de la autoridad, están realizando averiguaciones acerca de un coche que ardió de modo muy sospechoso en el exterior de un burdel de Lugo. Los investigadores sospechan que se trató de una represalia contra un hombre que tuvo problemas con algún miembro de la trama investigada, y que dicha represalia habría sido llevada a cabo por dos agentes de la Policía Local.

Las fuentes consultadas por este diario no pudieron precisar cuándo sucedió exactamente el hecho que ahora centra la atención de los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, aunque sí se sabe que fue hace al menos un par de años.

El coche pertenecía a un vecino de Lugo que, según parece, tuvo un problema con el dueño de uno de los prostíbulos investigados, aunque no se sabe si por asuntos económicos o por haber molestado a alguna de las prostitutas que trabajaban allí. Dicho vehículo sufrió un incendio que, según las fuentes consultadas, presentaba claras evidencias de que había sido provocado. El suceso tuvo lugar en el exterior de un burdel de las afueras de Lugo. Se da la circunstancia de que este local no está entre los precintados en la operación Carioca, aunque su propietario si ha tenido que prestar declaración ante la  jueza Pilar de Lara, que instruye el caso.

Según sospechan los responsables de esta investigación, los encargados de llevar a cabo esta represalia fueron dos agentes de la Policía Local. Uno de ellos sería, siempre según la línea de investigación que sigue la Guardia Civil, el policía local que permanece detenido desde hace meses por su participación en esta trama de prostitución.

El segundo implicado sería, presuntamente, otro policía local que fue durante mucho tiempo compañero de patrulla del detenido y al que también se le veía con frecuencia por algunos de los burdeles investigados. De hecho, según pudo saber este diario, varias de las prostitutas que prestaron declaración ante la jueza reconocieron a dicho agente en las fotografías que les fueron mostradas por la magistrada del juzgado de instrucción número 1.

Demasiados medios
Por otra parte, parece que la cantidad de medios humanos que la investigación del caso Carioca está requiriendo corre el riesgo de convertirse ya en un problema para la propia Policía Judicial de la Guardia Civil.

Y es que de los dos agentes que comenzaron en un primer momento con las investigaciones —además de la quincena de guardias civiles enviados desde Madrid—, se ha pasado a un equipo de siete personas en estos momentos, con agentes de la brigada judicial incorporados tanto desde otros puntos de la provincia como de otros grupos de la propia Policía Judicial.

Este hecho provoca que otras investigaciones en curso no puedan contar con tantos recursos como sería deseable en algunos momentos. Tanto es así que ya se
han comisionado a varios guardias civiles que no son policías judiciales para que puedan reforzar a los distintos grupos en caso de necesidad. Es una medida contemplada por la ley que se toma por necesidades de servicio —cuando hay que cubrir bajas, por ejemplo—, y se trata de guardias civiles que, aunque no hayan completado el curso de policía judicial, están en proceso de realizarlo.

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