Un hombre de 52 años, J.R.F., se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Penal número 1 como presunto autor de un delito de agresión sexual y coacciones leves a su ex pareja, por los que se enfrenta a tres años y ocho meses de cárcel.
Tal y como explicaron ambos durante la vista oral, su relación sentimental comenzó en el año 2004 y llegó a su fin en 2007, cuando rompieron de común acuerdo. Sin embargo, continuaban viéndose de forma esporádica y manteniendo relaciones, «prácticamente todos los fines de semana», apuntaron.
Sobre las 23.45 del 18 de julio de 2009, la pareja quedó para salir a tomar algo y se dirigió hacia As Gándaras en el coche de la mujer. Cuando se encontraban en la vía de servicio adyacente a la Ronda Norte, el acusado -según el fiscal- le propuso a su ex mantener relaciones sexuales, a lo que ella se negó. Aun así, el hombre la agarró e intentó besarla, comenzando un forcejeo entre ambos. La mujer logró marcharse y, minutos después, se volvió a cruzar con el acusado, quien se puso delante del coche y le pidió que se bajara para hablar. Ella accedió y mantuvieron otro forcejeo.
Durante la vista oral, el acusado aseguró que la mujer lo «chantajeaba» para que se siguieran viendo. Según explicó, le decía que si no quedaba con ella lo iba a denunciar y se iba a pasar el resto de su vida en la cárcel. El hombre explicó que temía que esto sucediera, ya que cumplía condena por homicidio en grado de tentativa al haber disparado a un vecino en Silvarrei en el año 2001. Tal y como declaró, la mujer lo llamaba insistentemente, se presentaba en su trabajo y lo seguía, por lo que tuvo que interponer varias denuncias contra ella.
