Luis Abelleira, que anunció ayer su candidatura arropado por la CEL, aseguró que si vuelve a tomar las riendas de la Cámara de Comercio de Lugo intentará deshacerse de los dos inmuebles que esta corporación de derecho público tiene en la capital lucense, su emblemática sede de la avenida de Ramón Ferreiro y el lustroso Forcam en Acea de Olga.
«Mi idea no es cerrar la Cámara, sino dejarla en una oficina y con el personal necesario». Esa es la tarjeta de presentación del que ya fuera presidente de esta entidad durante seis años, en la década de los 90, y que después continuaría como vocal hasta que dimitió en marzo de 2012.
Priman construcción y automoción
Luis Abelleira formalizará su candidatura el próximo martes, 48 horas antes de que concluya el plazo. Para su vuelta a la Cámara lucense se ha rodeado, sobre todo, de empresarios de la construcción y la automoción.