La modificación del Reglamento General de Circulación que tramita el Gobierno prevé aumentar la velocidad máxima en determinados tramos de autovías y autopistas a 130 kilómetros por hora. El aumento tiene defensores y detractores.
Si nada se tuerce, es probable que antes de que acabe el año podramos circular a 130 kilómetros por hora en algunos tramos de autovías y autopistas españolas. Los tramos se elegirán en función de las características del trazado, del estado del firme y de las condiciones meteorológicas y ambientales, aunque no se ha explicado cómo se determinará este último factor.
El Gobierno pretende equiparar las velocidades a otros países de la Unión Europea, apoyándose en que las vías y el parque automovilístico español han mejorado mucho desde 1981, año en que estableció la velocidad máxima a 120 kilómetros. Con la salvedad de la reducción temporal que se produjo en 2011. La razón esgrimida fue el ahorro económico y la reducción duró poco tiempo.
El Gobierno plantea ahora un aumento de la velocidad, aunque la situación del país no ha mejorado. Es más, las condiciones de las carreteras han empeorado y el parque automovilístico, también.