Urticaria al frío

La urticaria frigore o por frío se desencadena por diferentes estímulos como bajas temperaturas ambientales, viento frío o la manipulación de objetos a bajas temperaturas

LA URTICARIA es una entidad clínica definida por la aparición de ronchas rojizas, elevadas y habitualmente producen picor sobre la superficie de la piel. Algunas urticarias se producen tras la aplicación de estímulos físicos y no por alimentos o medicamentos como se cree en la mayoría de las ocasiones.

Un tipo de estas urticarias físicas, es la urticaria frigore o por frío, donde las lesiones se desencadenan por diferentes estímulos fríos como bajas temperaturas ambientales, viento frío, o manipulación de objetos a bajas temperaturas, como coger productos del frigorífico. La toma de alimentos o bebidas frías puede provocar tumefacción en los labios y aunque menos frecuentemente se puede producir inflamación de la lengua, faringe o laringe. Lo normal es que las lesiones se formen en aquellas áreas expuestas a bajas temperaturas. Asimismo, la exposición masiva que se produce durante el baño en aguas de río, de mar o bien en piscinas no climatizadas es capaz de causar hipotensión importante e incluso pérdida de conocimiento, pudiendo ser causa de ahogamientos. Esta patología suele afectar a adultos jóvenes. En estos pacientes es importante preguntarles directamente por estos signos de gravedad, como son la afectación de la mucosa bucofaríngea, o la presencia de signos generales como dolores de cabeza, dolores articulares, molestias abdominales, mareos... durante el baño en aguas frías. Aunque las lesiones pueden aparecer durante la exposición al frío, lo normal es que estas se inicien entre los 10-30 minutos de haber cesado, cuando la piel se atempera de nuevo y normalmente remiten espontáneamente en media hora.

La urticaria frigore se puede clasificar según dos criterios: por un lado familiares o adquiridas, si hay o no antecedentes de la enfermedad en la familia; y en típicas o atípicas, según el resultado de la prueba de contacto al frío. Las formas familiares son bastante excepcionales, mientras que las adquiridas se pueden deber a infecciones víricas, ETS, alteraciones tiroideas, consumo de ciertos fármacos, o incluso a neoplasias hematológicas. Se considera que la respuesta al test de contacto con el frío es típica cuando se produce un habón o roncha tras la aplicación de frío local, y será atípico cuando no hay respuesta a este. La mayoría de los casos de urticaria frigore son idiopáticos y cabe esperarse una mejoría en el 50% de los pacientes a los 5 años, no obstante a veces se puede prolongar mucho más. Una vez remitido es raro que se produzcan recidivas.

El test más comúnmente utilizado es el del cubito de hielo, que consiste en aplicar un cubito de hielo en la cara anterior del antebrazo y observar el área estimulada

Para hacer el diagnóstico de un paciente con esta patología lo más importante es la clínica referida por el enfermo y si es compatible con esta entidad se realizará el test de provocación con frío. El test más comúnmente utilizado es el del cubito de hielo, que consiste en aplicar un cubito de hielo en la cara anterior del antebrazo y observar el área estimulada. Parece existir una correlación clínica entre el tiempo que tarda en ser positiva la prueba, formando un habón, y la intensidad de la clínica, de modo que a mayor premura en el resultado, mayor el riesgo de manifestaciones generales y graves, potencialmente mortales. Si este test es negativo, lo siguiente que habrá que hacer el test de inmersión. Es muy importante en estos pacientes descartar enfermedades subyacentes para lo cual se recomienda hacer exploraciones complementarias como analíticas de sangre muy completas, estudio de parásitos en heces y radiografía de tórax.

El aspecto más importante en el tratamiento de esta patología lo constituyen las medidas preventivas. Por ello el paciente debe ser alertado sobre el riesgo que supone exponerse al frío, así deben ir muy abrigados, evitar la ingestión de bebidas o alimentos fríos, así como baños en agua fría. Habrá que evitar la práctica de actividades acuáticas o deportivas a bajas temperaturas. La existencia de un test de cubito de hielo positivo en menos de 3 minutos es considerado como factor de riesgo para la práctica de deportes acuáticos. En caso de intervención quirúrgica, el quirófano debe estar a determinada temperatura ambiente y si hay que administrar suero al paciente o medicación, deberá estar a 37 grados.

En cuanto al tratamiento con fármacos los antihistamínicos pueden ser eficaces para reducir o evitar la aparición de los síntomas. En casos que no responden a estos fármacos se han usado antidepresivos con buenos resultados. En casos graves que no ceden con estos tratamientos, se pueden usar nuevas alternativas terapéuticas.

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