Problemas con la voz

La ronquera es señal de que hay una alteración en las cuerdas vocales producida por el estrés, chillar o toser. Si dura más de dos semanas se recomienda acudir al especialista

 NOS HEMOS parado alguna vez a pensar en la importancia que tiene la voz en nuestra vida? La voz es nuestra carta de presentación, tu voz habla de ti, por este motivo es muy importante darle la atención que se merece, cuidarla y mimarla. Es la principal herramienta de comunicación del ser humano y como tal, debemos de aprender a usarla adecuadamente. Hoy en día estamos sometidos a numerosas situaciones que pueden dañarla, como los ambientes ruidosos (que nos obligan a elevar la voz), el aire acondicionado, el estrés, la polución….

La prevención es la clave para evitar posibles trastornos futuros, por ese motivo es importante que todos cuidemos este elemento tan valioso, pero en especial aquellos que la emplean vinculada al trabajo. Hablo en concreto de los colectivos que hacen uso de la voz profesional, es decir, maestros, locutores de radio, periodistas, cantantes, comerciales, teleoperadores… todo aquel que dependa de su voz para poder realizar su trabajo.

Empezaré por explicar qué es la voz: la voz se produce como consecuencia de la acción de varios órganos, músculos, cartílagos y sistemas; por tanto depende del correcto funcionamiento de estos.

El proceso por el cual se genera es el siguiente: el aire procedente de los pulmones sube como una corriente a presión y pasa por las cuerdas vocales que se acercan entre sí produciendo así una vibración que modulada y ampliada en los órganos resonadores (laringe y cavidad bucal) da lugar a la voz.

Todo este proceso, se puede entrenar para poder sacar el máximo partido a nuestra voz y así evitar el uso incorrecto y el abuso de esta. Cada persona tiene unas características diferentes en su anatomía lo que hace también que cada voz sea distinta, única y personal.

Cuando hay una alteración en las cuerdas vocales, se produce la disfonía (conocida popularmente como ronquera). Consiste en la pérdida del timbre normal de voz y puede producirse por un abuso o mal uso vocal, malos hábitos como chillar, hablar demasiado rápido, usar nuestra voz durante mucho tiempo sin pausas e incorrectamente, carraspear, toser…. Son hábitos que solemos hacer sin darnos cuenta y que perjudican el bienestar de nuestro aparato bucofonador.

Los síntomas más comunes de la disfonía son: cambio o pérdida de voz, sensación de picor o ‘cuerpo extraño’ que lleva al carraspeo, sequedad, fatiga al hablar, sensación de tensión en cuello y hombros al hablar y falta de aire.

Cuando la disfonía dura más de dos semanas y no tiene un motivo aparente como un catarro, una alergia… se debe acudir al otorrinolaringólogo. Este evaluará y diagnosticará si efectivamente existe una disfonía y los motivos por los que se ha producido. Las causas más comunes de las disfonías son: nódulos, pólipos, parálisis cordal, reflujo gastroesofágico , defecto de cierre…

El otorrinolaringólogo valorará y en su caso nos derivará al logopeda para comenzar la terapia vocal adecuada a cada trastorno. En las sesiones de logopedia damos las claves, enseñamos a usar de una manera adecuada y eficiente la voz y al mismo tiempo explicamos el funcionamiento de esta para poder llegar a controlarla en todas las situaciones y evitar los abusos vocales.

Algunos consejos para prevención y cuidado de la voz son: evitar forzar la voz, hacer un descanso al primer signo de fatiga vocal (al notar tensión, picor..), evitar el carraspeo, no hablar mientras se realiza algún esfuerzo y/o ejercicio físico, evitar comidas picantes, no beber ni comer cosas muy frías o calientes, procurar dormir ocho horas diarias, evitar los ambientes con mucho humo e intentar relajarse cuando se nota tensión en el cuello, hacer calentamiento vocal antes de exposiciones orales largas después de una exposición oral hacer relajación.

La voz es nuestro medio de expresión, comunicación, transmisión de ideas, sentimientos, pensamientos…. La voz al igual que nuestro estado de ánimo varía según el día y el momento, las circunstancias, el ambiente… por tanto hemos de tener claro que nuestra voz no siempre tiene porque ser igual sino que en ella van a influir muchos factores.

En situaciones de estrés, por ejemplo, nuestra voz mejorará con las técnicas de relajación, para poder dar un discurso en público sin forzar nuestra voz debemos antes hacer un calentamiento y tener previamente adquirida una buena técnica vocal. Estas y muchas más situaciones se resuelven poniendo en práctica estrategias que nos ayudan a controlar y cuidar nuestra voz. Es importante que conozcamos la importancia que tiene el cuidado de este elemento tan valioso, porque….. «tu voz habla de ti».

[email protected]

Más en La ventana del Experto
Comentarios