Rocío Flores, a su madre Rocío Carrasco: "Puta, tengo ganas de partirte la cara"

Según una sentencia, la joven golpeó a su madre en repetidas ocasiones llegando a enviarla al hospital
Rocío Flores y Rocío Carrasco
photo_camera Rocío Flores y Rocío Carrasco. EP

Rocío Carrasco aseguró en la entrevista previa a la serie documental sobre su vida que se estrenó ayer que recordaba perfectamente el último día que vio a sus hijos. Concretamente, relató con especial dolor la última vez que estuvo frente a su hija, Rocío Flores, el 27 de julio de 2012 pero, ¿qué ocurrió aquel día?

El programa Viva la vida ha sacado a la luz los hechos que, según una sentencia judicial, tuvieron lugar aquel fatídico día de verano de hace ya más de ocho años. "Sobre las 8.00 horas del día 27 de julio de 2012, encontrándose la menor en el domicilio familiar junto a su madre, la pareja de esta y su hermano, inició una disputa con aquella en el transcurso de la cual le propinó varios golpes, llegando incluso a tirarla al suelo, para posteriormente seguir golpeándola, dándole varias patadas (...) Como consecuencia de los hechos, Rocío Carrasco sufrió policontusiones con equimosis en la región frontal derecha, con edema en ambas muñecas, en muslo derecho, en el antepié derecho y un hematoma en el dedo del pie derecho".

El fallo continúa: "Resulta probado además que la menor de quince años, desde hace aproximadamente tres años y de forma reiterada, ha venido atentando contra la paz familiar (...) Desde entonces, y cuando mantenía una discusión con su progenitora, actuando con ánimo de amedrentarla y faltarle al respeto, la increpaba con expresiones tales como Eres una guarra, no eres mi madre, mi madre es la mujer de mi padre, tú dabas patadas a tu barriga cuando estabas embarazada de David, tengo ganas de partirte la cara, guarra, puta, mi padre tenía razón, eres una maltratadora psíquica, a esta casa no me trae ni la policía ni un juez, ni tu padre y tu madre que están bajo tierra".

Ante este fallo el juez declaró a Rocío Flores responsable de un delito de maltrato habitual y de una falta continuada de amenazas e injurias, y le impuso 60 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad.

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