Obama defenderá con uñas y dientes... ¡su BlackBerry!

Barack Obama ha prometido que peleará hasta el final y no para resucitar la moribunda economía del país sino para mantener su BlackBerry, a la que se confiesa adicto, y a la que podría tener que renunciar por motivos de seguridad.

La Ley de Documentos Presidenciales de EE UU establece que todas las comunicaciones del presidente son propiedad del Estado.

Adicto al artilugio
"Tendrán que arrancármela de las manos", advirtió esta semana el presidente electo de Estados Unidos de su BlackBerry de la que no se separa ni para jugar al golf como quedó claro durante sus recientes vacaciones en Hawai.

Pese a su determinación, es probable que se vea forzado a renunciar a su preciado artilugio y que también tenga que dejar de enviar correos electrónicos.

Bill Clinton (1993-2001) no envió e-mails durante sus años en la Casa Blanca y su sucesor, el actual inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, tampoco.

'Sí, puedo'
De hecho, tres días antes de su toma de posesión, Bush envió un email a 42 amigos y familiares desde su antigua dirección de correo ([email protected]) en el que les explicaba que, dado que toda la correspondencia del presidente puede ser pública, por motivos de seguridad había decidido abandonar esa práctica.

Pero Obama, el político del 'Sí Podemos', no tira la toalla. "Estoy todavía en medio de una pelea sobre el tema", afirmó, y aseguró no saber cómo podría mantenerse en contacto con el flujo diario de acontecimientos sin la BlackBerry.

El futuro presidente ha reconocido en varias ocasiones su temor a vivir en una burbuja tras su llegada a la Casa Blanca y sostiene que el derecho a mantener algo tan mundano como el correo electrónico le permitiría mantenerse en contacto con la gente de a pie.

El presidente tecnófilo
La dependencia de Obama al aparato electrónico, bautizada como Crackberry, confirma además el cambio generacional que tendrá lugar con su desembarco en la Casa Blanca.

A menos de dos semanas de su investidura, Obama es considerado ya el líder más "tecnófilo" de la historia estadounidense, lo que le ha permitido ganarse calificativos como el de "presidente YouTube" o "presidente BlackBerry".

El próximo mandatario estadounidense usa un portátil Macbook de Apple, escucha música a través de su iPod, se mantuvo en contacto con su familia durante la campaña a través del programa de videoconerencias iChat y se agenció una cifra récord de amigos con su página de Facebook.

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