Lola Índigo: "No hago música feminista o bisexual; soy feminista y bisexual"

La artista madrileña publica este viernes su nuevo trabajo: El Dragón (Universal Music), con un tono más electrónico y un punto más sexual
Lola Índigo. FERNANDO ALVARADO (EFE)
photo_camera Lola Índigo. FERNANDO ALVARADO (EFE)

Sobre la idea de un "dragón futurista" Lola Índigo empezó a tejer las escamas de su tercer disco de estudio, un trabajo más electrónico y con un punto más sexual en el que no tiene reparos en mostrarse tal cual es, "chabacana" y empoderada por un lado, sensible también bajo su coraza a los "traumas" del pasado.

"A veces me preguntan que si hago a propósito música feminista o música bisexual. No, es que yo soy feminista y soy bisexual y me salen así las canciones", proclama en una charla con Efe ante una colección de 11 canciones nuevas surgidas, dice, de una manera muy libre, siguiendo su "instinto".

Aparecen recogidas en un álbum titulado El Dragón (Universal Music), que se publica este viernes y que encierra "tantos colores" como productores y puntos geográficos de escritura, de Miami a Los Angeles, pasando por Londres.

"A veces los temas tienen que pasar por 50 personas para conseguir lo que quieres", defiende su autora ante una nómina integrada por Andy Clay, Mauricio Rengifo y Andrés Torres, Big One, Sael o David Marley, a cuyas aportaciones dio un último brochazo Tunvao como coproductor de la mayor parte del álbum para darle cohesión.

A su lado aparecen además compañeros cantantes como Luis Fonsi, María Becerra, Emilia o Quevedo, con el que ahora presenta el tema El tonto. "No he visto una persona a la que se le dé mejor hacer melodías. Lo conocí un día en el estudio y salimos de fiesta un par de veces. ¿Sabes cuando conoces a alguien y dices que es de tu tribu?", afirma ante la química que le une al rapero canario.


En El Dragón se percibe claramente un mayor tono electrónico en temas como Discoteka o An1mal bajo influencias como las del "UK garage, los trabajos de David Guetta de los 2000, el Bounce de Calvin Harris o la primera etapa de Lady Gaga, la de Poker Face".

Igualmente aparece un tono más lúbrico tanto en letras como ritmos, especialmente en cortes sensuales como Slow Motion u otros más intensos como su proclama a favor de una identidad sexual fluida, Las solteras, que nació de una sesión de improvisación.

"Nunca he tenido problema de hablar en las canciones de mi sexualidad y aquí es verdad que tanto La santa como Las solteras están muy sueltas", dice entre risas antes de reconocer su predilección por el primero de esos temas. "Es que tiene mi personalidad, porque yo soy así, un poco chabacana", afirma antes de volver a estallar en una carcajada.

En contraste, sorprende el tema que cierra el disco y que le da título, El Dragón, que se podría convertir en la gran balada de su carrera tras hacer un ejercicio de desnudez emocional.

"Todo lo que me preocupa y duele está en esa canción. Literalmente pasa por todos mis traumas, como cuando dice: No llamé, la puerta estaba abierta / Yo entré flotando, nadie me enseñó a no hundirme. A mí lo de ser Lola Índigo me vino. Llegué pensando que todo era un mundo de purpurina y no tuve ayuda para que me explicaran cómo eran las cosas", confiesa la artista nacida Miriam Doblas (Madrid, 1992).

En ese sentido, cuenta cómo fue su bautismo en el ámbito de la composición: "Cuando acabó Operación Triunfo 2017 nos dieron la oportunidad de sacar un tema. Había compañeros a los que ponían con los mejores productores y les dieron temas que ya eran hits, algo muy merecido porque tenían un fanbase gigante que yo no tenía. Así que me tuve que buscar la vida, encontrar un productor que me daba buena vibra y aprender a escribir".

Desde aquel primer éxito que fue Ya No quiero ná han pasado ya cinco años y tres álbumes con los que la que fuera primera expulsada de ese concurso se siente consolidada como intérprete y autora, también como directora del proyecto y de sus vídeos, "dibujante y hasta inventora" de los visuales de sus conciertos.

"Soy una obsesa del control y está bien en su justa medida, aunque he aprendido a gestionar mejor el tiempo, de forma que cuando tengo 4 días consigo estar a mi vida personal. Me ha costado encontrar ese equilibrio y ahora estoy mejor que nunca", señala, antes de confesar que el secreto es "tener cerca a la gente que te quiere".

Triunfa en un panorama musical español que ha coronado cada vez a más solistas femeninas como Rosalía, Aitana o Ana Mena, algo que achaca a que "hay un poco menos de misoginia, que se están haciendo cosas de muy buena calidad" y a una generación previa de artistas, como Malú o La Mala Rodríguez ("Mi gran referente de liberación", apunta), "que asfaltaron el camino para ponerlo todo más fácil".

Con todo el aforo agotado, el próximo 6 de mayo iniciará su nueva gira con su segunda incursión en el Wizink Center de Madrid después de la gran prueba que supuso la gira de La Niña.

"Entonces sustentar un show tan grande me daba vértigo y cosas como lo de subir y bajar de una tarta ya era un reto. Ahora he tenido que hacer cosas aún más difíciles para volver a ponerme cachonda", afirma ante un show que promete más impresionante.

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