El arzobispo de Milán, Dionigio Tettamanzi -uno de los 'papables' que sonó con más fuerza tras la muerte de Juan Pablo II- está descubriendo el poder de las redes 2.0. El purpurado responde cada semana a las preguntas de los fieles en su canal de de Youtube.
El primer vídeo, colgado hace un mes, fue descargado 65.000 veces. "Decidimos lanzar la iniciativa en YouTube para llegar a un público más amplio con las enseñanzas de Tettamanzi", explicó el padre Davide Milani, portavoz del cardenal Tettamanzi.
Las respuestas tienen en su mayoría un componente 'pedagógico' ya que entre las preguntas más formuladas figuran temas como el bautizo y la Cuaresma del tipo "¿Por qué los bautizados son considerados hijos de Dios?; ¿No somos todos hijos de Dios?" o "¿El bautizo existía desde antes de la época de Jesús?"
El arzobispo ha recibido unas 400 preguntas y, según su portavoz, la iniciativa fue recibida "favorablemente" por la jerarquía de la Iglesia.
En principio, el último vídeo se colgó esta semana, aunque desde el arzobispado no se descarta hacer más entregas de este peculiar 'videocatecismo 2.0'.
Gran popularidad
Tettamanzi es uno de los arzobispos más populares en Italia. De perfil más conservador que su antecesor en la sede milanista, el jesuíta Carlo María Martini, se aleja sin embargo de las posturas más extremas que parecen asentarse en el Vaticano en los últimos años.
En 1989, Juan Pablo II le nombró obispo de la Archidiócesis de Ancona-Osimo, cargo que ocuparía hasta ser elegido vicepresidente de la Conferencia Episcopal Italiana. En 1998 entró a formar parte del Colegio Cardenalicio. En julio de 2002, una vez que el Carlo María Martini, gran rival interno de Joseph Ratzinger- se retiró, ocupó la sede vacante.
La importancia del Arzobispado de Milán, su 'afán evangelizador', con varios intentos para acercarse a las clases populares y la falta de enemigos entre la Curia -donde tiene apoyos tanto de progresistas como de conservadores, lo convirtieron en uno de los favoritos para suceder a Juan Pablo II. Finalmente, Ratzinger se alzó victorioso en el particular 'Gran Hermano' del Vaticano.
