Doña Elena acude con sus padres al funeral del infante que presiden los Reyes

Felipe VI y la Reina Letizia han presidido el oficio en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial

Felipe VI y la Reina Letizia han presidido esta tarde el funeral oficiado en la basílica del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial por el infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias, al que han asistido también don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados por la infanta Elena. La infanta Cristina no ha estado presente en la ceremonia fúnebre, a diferencia de lo que hizo el 8 de octubre, cuando acudió junto a su hermana a la misa córpore insepulto por don Carlos que tuvo lugar en esta basílica, a la que también asistieron don Felipe, doña Letizia y los Reyes Juan Carlos y Sofía.

Los primeros en llegar han sido don Juan Carlos, doña Sofía y su hija mayor, doña Elena, los tres en un mismo automóvil, del que se han bajado una vez dentro del recinto del monasterio, en el Patio de Reyes, al pie de la escalinata de entrada a la basílica. Allí les han recibido dos hijos del infante fallecido, Pedro y Cristina de Borbón-Dos Sicilias, así como el jefe del Cuarto Militar de la Casa del Rey, almirante Juan Ruiz Casas, y el prior del monasterio, Modesto García Grimaldos.

Unos minutos más tarde, se ha detenido en el mismo lugar el vehículo oficial de don Felipe y doña Letizia, quienes han hecho su entrada en el templo a los sones del himno nacional interpretado por el órgano de la basílica. En el interior aguardaban cerca de setecientos fieles, entre ellos los ministros Pedro Morenés (Defensa), Jorge Fernández Díaz (Interior) e Íñigo Méndez de Vigo (Educación, Cultura y Deporte), junto a los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García Escudero, y el del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.

Al igual que en la misa córpore insepulto de hace un mes, don Felipe y doña Letizia han seguido la ceremonia desde un lugar de honor, a la derecha del altar, mientras que los Reyes Juan Carlos y Sofía ocupaban un sitial adelantado a la primera fila de bancos. Bajo el púlpito, otro lugar destacado había sido reservado para la viuda, Ana de Francia, al frente de la zona reservada a una veintena de familiares directos del infante don Carlos.

Algunos detalles daban cuenta del carácter excepcional propio de un funeral dedicado a un infante de España, como que permanecieran expuestas e iluminadas ante los fieles las colecciones de reliquias de santos y santas mártires que ocupan los lados del Evangelio y de la Epístola o la no muy habitual interpretación de la Escolanía del Monasterio desde el emplazamiento tradicional del coro.

Entre los cerca de siete centenares de asistentes al funeral, oficiado por el arzobispo castrense, Juan del Río, figuraban aristócratas, empresarios y amigos de la familia de don Carlos de Borbón-Dos Sicilias, primo del Rey Juan Carlos, que falleció el pasado 5 de octubre a los 77 años. Así, han acudido a esta ceremonia fúnebre la infanta Pilar con Alexia de Grecia, el duque de Aliaga y el marqués de Griñón, así como varios representantes de la Casa de Orleans, y también han querido estar presentes Adolfo Suárez Illana y la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre.

Nacido en Lausana (Suiza) el 16 de enero de 1938, don Carlos de Borbón, duque de Calabria, era infante de España desde 1994, cuando el Rey Juan Carlos le concedió este título "como representante de una línea dinástica vinculada históricamente a la Corona española". Tras la misa córpore insepulto del pasado 8 de octubre, los restos de don Carlos fueron depositados en el llamado Pudridero de Infantes, donde permanecerán unos 25 años hasta pasar a su sepultura definitiva en el Panteón de Infantes del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

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