Andy García: "Michael Jordan y José Mourinho son mis referentes competitivos"

Andy García, madrileño con raíces en Guitiriz, es el abogado que se proclamó segundo en la octava edición de ‘Masterchef ’, la más atípica de la historia, condicionada por el coronavirus
Andy García en las cocinas de Masterchef. MOEH ATITAR
photo_camera Andy García en las cocinas de Masterchef. MOEH ATITAR

Ganar fue el único objetivo del "presuntuoso" Andy en Masterchef y a punto estuvo de conseguirlo. Afronta el futuro con entusiasmo apartado temporalmente de la abogacía y centrado plenamente en la cocina con el camino que le abrió el programa. Hizo la cuarentena junto a los demás concursantes de Masterchef.

¿Cómo pasó ese periodo y como fue la vuelta a las cocinas?

— El parón fue difícil, tuvimos mucha incertidumbre, más que estar preocupados por retomar lo estábamos por la situación global. Al final vas perdiendo ritmo, yo tenía muy claro que iba a ganar y al final este parón me jugó una mala pasada. Volví muy inseguro y desubicado en las cocinas y me costó recuperar el ritmo, antes de esto llevábamos nueve programas. La convivencia fue bien y muy cordial con mis compañeros.

Destacó por ser muy competitivo y por centrar todos los esfuerzos en ganar. ¿En el día a día es tan competitivo? ¿Quién es su referente en cuanto a rivalidad?

— Mi referente competitivo Michael Jordan, la máquina competitiva por excelencia. José Mourinho también (yo soy muy del Real Madrid), siempre tenía su idea en la cabeza para ganar y le daba igual lo que pensaran los demás. En mi día a día no soy tan competitivo, pero cuando hay algo en juego y quiero destacar, ahí sí y más en Masterchef, ¿cómo no voy a ser competitivo?.

¿Le afectaron las críticas en algún momento?

— A mí las críticas que son destructivas, me resbalan, por mi personalidad, nunca me afectan, tengo esa virtud. Considero que tengo mucha confianza en mí mismo, sé quien soy y lo que me diga el resto del mundo que solo me conoce por trece programas que han salido en la televisión, me da igual. Las críticas constructivas, por ejemplo las de los jueces, sí que me afectaban, porque veía que ellos creían en mi potencial y tenía que mejorar.

Siempre se mostró con mucha confianza en sí mismo. Cuando acudió al casting del programa, ¿tenía el mismo nivel de confianza?

— Sí, pero se potenció mucho más en el programa. Tengo también inseguridades. Era la primera vez que me presentaba, lo hice porque estaba en una situación de inestabilidad laboral. Me presenté con el objetivo de entrar y una vez dentro, ganar.

El término Andy fue muchas veces tendencia en Twitter. ¿Cómo fue eso para usted y qué opina sobre los posibles prejuicios?

— Sinceramente no me sorprende haber sido Trending Topic principalmente porque sé que a las personas les puede sorprender que alguien diga las cosas tal y como son, sin miedo a lo que opinen y así se vio reflejado en las redes sociales. Sobre esto, yo siempre digo que uno de los deportes nacionales es hablar sin saber, todo el mundo opinaba de ese personaje, por así decirlo, que estaba en Masterchef. Los prejuicios depende de cómo te los tomes, a mi no me afectan, pero hay personas a las que les puede afectar mucho. Yo sabía que me iban a llover palos por tomar esas decisiones, pero no me importaba exponerme.

¿Se imaginó que iban a pronunciar su nombre los jueces o sabía que iba a ganar Ana?

— Yo, si soy sincero, sabía que, después de las valoraciones, iba a ganar Ana. Los jueces me dieron mucha caña en el veredicto, más que a los platos, a mi discurso. Ahí ya supe que no ganaba. Después de escuchar los veredictos, Ana fue la justa ganadora.

Su relación en algunos momentos con ciertos aspirantes ante las cámaras no parecía la mejor, como máximo exponente, Iván. ¿Fue realmente así fuera de cámaras?

— No hay ningún tipo de problema. Hay que diferenciar entre convivencia y competición. Yo entraba en las cocinas de Masterchef y me convertía en un animal competitivo. Lo del pique con Iván, es porque yo le veía como uno de los competidores más fuertes. Al final me favoreció porque saqué lo mejor de mí mismo. Yo fuera del programa no tengo ese carácter, soy muy sociable, se puede ver en los vídeos que ha colgado Masterchef en las redes sociales.

¿Qué es lo que más le sorprendió dentro del programa y que desde fuera veía de otra manera?

— Yo creo que el tiempo. Cada uno desde su casa lo ve tranquilo y con los ingredientes haría un plato o otro, pero luego llegas al plató y las ideas que tienes desde el sofá ya no están.

¿Cómo se gestiona la presión de ese tiempo y de los nervios en las elaboraciones, realmente es todo tan ajustado?

— Sí, el tiempo que se ve es totalmente real y si no llegas en ese tiempo no presentas plato y te vas. El estrés y la tensión lo he llevado bien. Todo el mundo en sus casas cocina muy bien con todo el tiempo del mundo pero ahí hay mucha presión.

En redes sociales y en algún momento del programa se ha podido ver su vinculación con Galicia.

— Mi vínculo con Galicia es familiar. Mi bisabuelo era gallego, mi abuela y su hermana son gallegas, de hecho viven en la provincia de Lugo, en Guitiriz. Mis tíos viven en Sada también. Tengo sangre gallega, todos los veranos desde que soy pequeño he ido a pasarlos allí. He estado trabajando en Santiago de Compostela. Conozco casi toda Galicia. Lugo me encanta, lo he visitado un par de veces, me flipa la ciudad amurallada.

¿Cuál es su comida favorita? ¿Y la que menos?

— Una tortilla de patata con el huevo poco cuajado, me encanta el estilo Betanzos. Los rabanitos, en una ensalada, no me gustan.

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