Almudena Ripamonti, actriz: "Mi sueño es poder trabajar de actriz en Galicia"

Forma parte del elenco de la exitosa 'La catedral del mar' y con el proyecto Sirena ha demostrado cómo llegar a ser 'influencer' con poco dinero

Almudena Ripamonti. EP
photo_camera Almudena Ripamonti. EP

¿Cuáles fueron sus comienzos en el mundo de la interpretación?
Estudié en Corazza y cuando acabé la formación, algunos alumnos hicimos un montaje teatral, Yerma de Federico García Lorca. Gracias a esta actuación estuvimos de gira por España dos años, incluyendo Moscú. Después, empecé a trabajar a nivel audiovisual y mi primera serie fue Isabel, la Católica. También estuve en La que se avecina, Cuéntame, cómo pasó y en dos series gallegas, Serramoura y Urxencia 0.

Para aquellos que no han visto la serie y la tienen pendiente, ¿por qué es necesario ver La catedral del mar?
Para mí, a nivel de logística y todo lo que se montó, es una de las series más grandes que se han hecho en España. Además, el guion es maravilloso, toda la historia del armado español merece mucho la pena. A nivel técnico, actoral y visual, la recomiendo cien por cien.

¿Cuál es el papel que desarrolla en esta serie?
Yo soy Teresa, una prostituta que, junto a Francesca, ayuda a Arnau Estanyol a salir de la cárcel.

¿Nuevos proyectos de cara al futuro?
Ahora he hecho tres castings para series pero aún no me han dicho nada.

Dentro del mundo influencer, ¿existe estafa?
Sí. El proyecto que llevé a cabo, proyecto Sirena era para desvelar y sacar a la luz todo esto. No son solo influencers, sino que también hay políticos, periodistas, actores, ... Tú puedes comprar seguidores por un módico precio y así hinchar tus redes sociales y engañar.

¿Cómo fue su trabajo previo para pasarse como supuesta influencer?
Como yo era antiinfluencer, yo cogí el trabajo por confort, por actriz, porque dije "¿por qué no actuar en Instagram?", en una plataforma nueva de actuación. Mi trabajo previo fue ver muchísimos vídeos y una amiga mía, que sí es influencer de verdad, me ayudó. Luego, tuve que aprender la jerga, el modo de hablar, tuve que aprender a posar en fotos porque yo realmente no sabía.

En su proyecto Sirena, ¿hasta qué punto pudo llegar con este fraude?
Nuestro límite era alcanzar unos objetivos que se consiguieron mucho antes de lo que pensábamos. Al pasar el primer mes del proyecto y teniendo unos treinta mil seguidores, yo ya empecé a trabajar con marcas y ellas regalándome cosas. Fue absurdo seguir con esta mentira. Ya llevábamos cuatro meses y tampoco queríamos enriquecernos con esta mentira. Esto era un proyecto social con el fin de ver cómo las marcas pican. Hablemos de marcas o de productoras audiovisuales, porque también se fijan en el número de seguidores. Llegó el momento que era tanto el bombo de los contratos y tanta la demanda que ya fue como, este es el momento perfecto para desmantelar esto porque se nos iba de las manos, todo era gratis. Tampoco queríamos timar a la marca, por eso todo lo que nos ofrecieron, lo devolvimos.

En un cásting, ¿a las personas que se presentan se les mira el número de seguidores en redes sociales?
Sí. Por un lado, si son reales a mí me parece estupendo porque es lógico que el marketing de influencers sea súper directo. Las marcas los quieren porque hacen publicidad directa. Las productoras también hacen lo mismo porque quieren que sus series y películas tengan el mayor número de visualizaciones. Entonces, claro que miran el número de seguidores. Pero, como digo, a veces es mejor la calidad que la cantidad porque la cantidad puede ser un número que sea mentira y la calidad es lo que hace que una serie sea buena o no.

En su tiempo libre, ¿qué es lo que más le gusta hacer?
Bailar, toda mi vida me he dedicado a la danza, me encanta surfear en las playas de Galicia, la naturaleza y estar con mi perra. También de las cosas que más me gustan es el yoga, soy profesora de esta disciplina física y me estoy sacando el título de kundalini yoga.

Entre el cine, la televisión y el teatro ¿qué elegiría primero?
A mí me gustan todas, pero si pudiese vivir de una de ellas y con un buen sueldo, escogería el teatro.

¿Qué hay de Galicia en usted?
Todo. Yo estoy viviendo ahora en Madrid y todos los fines de semana me subo a A Coruña porque necesito ver el mar, necesito la comida gallega, la gente riquiña de Galicia, a la que le tengo mucha morriña. De hecho, mi sueño es poder trabajar de actriz en Galicia, y no tenerme que ir a otro lado.

¿Cómo se define Almudena Ripamonti?
Pizpireta o como mi madre dice, "culo inquieto". Soy una persona muy activa a la que le gusta todo lo relacionado con el arte porque, además, pinto y bailo. A veces, trabajo en una productora haciendo dirección de arte. Me mueve todo mucho y me considero muy sensible.

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