Mesón con encanto y buena mesa

El mesón Casa das Xaquinas es un lugar cargado de enxebrismo, tanto por su decoración tradicional en madera y piedra, como por ser fiel reflejo de la cocina casera hecha con productos de calidad y sin disfrazar con especias. Los callos, que se sirven a lo largo de toda la semana, son uno de los platos más celebrados, junto con el raxo con alioli o con queso de San Simón fundido. Otra de las especialidades de la propietaria del local, Rosario Piñeiro Teijeiro, son las paellas. Sus arroces son alabados incluso en la Guía Repsol, que recientemente le otorgó un solete en el apartado de restaurantes populares, al que se suman el obtenido entre los mejores locales de carretera. La merluza a la gallega merece también una buena nota.

Fiel a la filosofía de mesón, en Casa das Xaquinas apuestan por las raciones de pulpo, el jamón cocido y las tablas de queso y embutidos, así como por unas apetitosas setas a la plancha, con un toque de perejil, las zamburiñas o los calamares. Tampoco hay que pasar por alto las sabrosas tortillas, hechas de forma clásica, en su punto y con muy poca cebolla, casi imperceptible al paladar.

Entre las carnes, junto al ya mencionado raxo, tiene mucha aceptación el churrasco mixto de cerdo y ternera, así como el secreto de ibérico. Junto a estos platos tradicionales, Rosario Piñeiro hace una concesión a los gustos más juveniles con una espectacular hamburguesa de buey, acompañada de pan artesanal.

Los callos y el raxo con ali oli o con queso de San Simón fundido son algunas de las recetas más celebradas

Entre los postres merece una mención el rico flan de café y su tarta casera de queso, sin olvidar las filloas. 

La Casa das Xaquinas sobresale también por la excelente relación precio-calidad de su menú del día, que cuesta diez euros, con cuatro o cinco primeros y otros tantos segundos a elegir. El menú de fin de semana cuesta doce euros.

Este mesón es un lugar que invita a compartir asiento con una botella de vino de por medio. Quienes acuden aquí a chatear piden la tapa de callos de forma casi automática. Otros optan por un contundente pincho de tortilla. Entre las referencias de la bodega predomina los vinos gallegos, aunque también hay opciones interesantes en riojas.