Con 35 años de historia, la feria de vino de Amandi tiene un público multitudinario y muy fiel. Pero si el Domingo de Ramos hace bueno y encima hay un pregonero conocido, la asistencia se dispara. Cientos de personas se acercaron ayer a Sober para disfrutar de los caldos y del discurso que dio Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, el día grande del evento.
El directivo de fútbol y productor de cine tiene contacto con Sober a través de su hija, que se casó con un soberino, y reconoció en su discurso que el cañón del Sil le tiene impresionado. Llegó a compararlo con los fiordos noruegos y en su intervención también repasó otros atractivos de la zona. Tuvo buenas palabras para los vinos, la comida, el románico, la alfarería, los petroglifos y el paisaje de la Ribeira Sacra. Eso sí, más de una vez la toponimia se le atascó y le costó pronunciar y acentuar nombres como el de Gundivós o Bolmente, aunque los asistentes le perdonaron y se limitaron a sonreír por lo bajo.
Fuera de la anécdota de la dicción, el pregonero estuvo cortés y amable y esperó al final de la intervención para lanzar el mensaje más contundente: ''El Atlético de Madrid brindará con vinos de Amandi en las celebraciones de sus próximas victorias'', dijo, y ahí se metió al público, especialmente a los rojiblancos, en el bote.
Cerezo comparó además el espíritu de lucha de su equipo con la fuerza de viticultores que trabajan las escarpadas viñas de la Ribeira Sacra y tampoco descartó que ''ese paisaje sea escenario de una película en el futuro'', aludiendo a su faceta de productor de cine. El colchonero fue cercano tanto antes como después del pregón y aceptó decenas de fotos con los aficionados, con los bodegueros y con quien se lo pidiese, incluso con los políticos, que tampoco perdieron la oportunidad de dejarse ver.
Los vinos Guímaro, Cividade y As Muras fueron los mejor puntuados en la cata oficial organizada durante el certamen
Aunque el presidente del Atlético fue el mayor protagonista de la jornada no fue el único y en el acto central de la feria también hubo tiempo para premiar los mejores vinos que acudieron al certamen.
Es tradición que los vinos que las bodegas venden en las casetas pasen una cata en la que un comité de expertos los valora. Es una cata ciega en la que enólogos y sumilleres desconocen las marcas que prueban para garantizar la objetividad de la prueba. Este año los ganadores (se dan tres premios de igual rango) fueron los caldos Guímaro, Cividade y As Muras. Los representantes de las bodegas que producen cada uno de los tres vinos recogieron un obsequio de manos de la organización.
Se entregaron otros cuatro detalles. Uno para el alcalde de A Teixeira, Miguel Cid Álvarez, el municipio que este año fue invitado de honor en el evento; otro para Andrea Rodríguez, autora del cartel que anunció la feria, un tercer detalle fue para Lisbeth Sánchez, la niña que ganó el concurso de pegatinas promocionales y otro fue para María Arias, una joven soberina integrante de la selección gallega de fútbol sala sub 21 que acaba de proclamarse campeona de España.
Tras los actos oficiales, los presentes disfrutaron el resto del día de la degustación de los vinos, el pulpo y de la música que pusieron la banda de Sober, la charanga NBA y la conocida orquesta Los Satélites.
