Alberto Chicote: "No busco estrellas, paso de calificaciones"

Alberto Chicote en su restaurante Yakitoro
El chef más televisivo dejó la alta cocina en 2012 para centrarse en los programas 'Top Chef' y 'Pesadilla en la cocina'. Más tarde, en 2014, abrió su primera taberna 'japocañí', Yakitoro, y ya va por la segunda apertura

Antes de ser personaje televisivo Alberto Chicote deslumbró con su cocina de fusión en Nodo y Pan de lujo, que dejó en 2012 para centrarse en Top Chef y Pesadilla en la cocina. En 2014 abrió su primera taberna 'japocañí', Yakitoro, y ya va a por la segunda, con éxito asegurado.

No añora la alta cocina porque lo que hoy le pide el cuerpo a este cocinero afable, con sentido del humor, intenso y tan amante de la cultura como del rugby es dar de comer "rico y a precios asequibles". En este momento de su carrera no busca estrellas (Michelin) pero tiene el respaldo de un público que llena su local y demanda fotos sin parar durante esta entrevista con Efe.

En junio de 2014 abrió su primer Yakitoro en Madrid y va a por el segundo. ¿Cuál es su secreto del éxito?
Está abierto todos los días de la semana y no ha habido ni un servicio que no hayamos llenado, estamos muy orgullosos. No sé si hay un secreto, pero nosotros lo que hacemos es ofrecer al público algo asequible, divertido y delicioso. Igual alguien lo abre con estas premisas y no es éxito.

Cuando todo el mundo pensaba que iba a ser el 'cojograstrorestaurante' del de la tele, aparecimos con algo muy al alcance de todo el mundo, muy desenfadado para que si vienes a Madrid -tenemos mucho turismo interno de público- o estás paseando por la Gran Vía, comer rico con la familia no te suponga un problema económico.

¿Habrá novedades en la carta?
No, será igual. Vamos a abrir en Castellana 130, porque hay parte de público del norte de la ciudad al que el de la calle Reina le pilla más a trasmano. Será algo más pequeño, y sólo hemos resuelto de mejor manera técnica y estética las mesas, que tienen una piscina de hielo para las cervezas.

Es divertidísimo abrir un sitio nuevo. En un par de meses nos gustaría abrir, pero no sé si llegaremos. Y es que no hay negocio en este país que no se abra cuando el pintor está rematando algo, porque si no, no abres nunca.

¿Piensa en abrir Yakitoro fuera de Madrid?
Me encantaría. Nuestro plan desde el principio fue ése. Creo que hay espacio para un tercero en Madrid y el siguiente paso darlo fuera, dentro de España o no, porque este formato -no diré que muy bien pensado pero sí mucho tiempo pensado- tiene cabida en Londres, Berlín o Nueva York, pero eso con el paso del tiempo.


Yakitoro está abierto todos los días y no ha habido ni un servicio que no hayamos llenado, estamos muy orgullosos. Ofrecemos al público algo asequible, divertido y delicioso

¿Cocina en su restaurante?

Mucha gente viene esperando ver a Alberto Chicote. Cuando vengo, que son muchas veces, si no estoy grabando o trabajando en otras cosas, cocino por las mañanas porque todo el mundo demanda fotos, saludos...

En un principio cocinaba durante el servicio, pero venía muchísima gente que quería saludarme y tenía que desatender la cocina. Estar en misa y repicando no es buena idea. Tengo a gente de máxima confianza al frente de la cocina y de la sala y yo vengo la mayoría de los días a primera hora para cocinar, diseñar nuevos platos y cuando arranca el servicio me dedico a lo que la gente demanda de mí.

¿Cómo será la nueva temporada de Pesadilla en la cocina?
No sé la fecha de estreno, decide la cadena y, aunque suene a coña, me entero en Twitter, donde soy muy activo. Lo que si sé es que, aunque parezca imposible, la quinta temporada es bastante mejor que las anteriores porque la productora ha hecho una labor de casting espectacular, hemos viajado a lugares muy particulares, a restaurantes y sitios muy diversos.

Hemos hecho por primera vez un camping, algo que me molaba porque yo soy campista; el restaurante de un barco de recreo, en Utrecht (Países Bajos) grabamos un pedazo de programa... Veremos sitios muy diferentes y con problemas muy diferentes. Hay gente que dice que sólo vamos a restaurantes muy guarros y no es verdad, hay problemas muy diferentes. Os va a encantar.

¿Qué es lo peor que ha visto en un restaurante?
Mucha gente piensa que la suciedad, un bicho, pero no. Eso es consecuencia de desidia, desgana y falta de interés. Cuando uno se encuentra con un propietario que ha perdido la ilusión, las ganas, que el desánimo le invade es cuando tienes una labor dura por delante. Limpiar una cocina es fácil; hacer entender que aplicarse, esfuerzo y trabajo son una ventaja es lo más complicado.

La quinta temporada de Pesadilla en la Cocina es bastante mejor que las anteriores porque la productora ha hecho una labor de casting espectacular

¿Qué le diría a quienes critican formatos como Top Chef, del que ya se ha anunciado que habrá cuarta temporada?
Top Chef y MasterChef han acercado un mundo desconocido a un gran público y han mostrado que hay gente a la que la cocina le apasiona. Top Chef descubre a gente que ejerce su profesión y siente verdadera pasión por lo que hace y esto engancha muchísimo.

Se ha despertado un gusto por cocinar enorme y uno se pone una medalla en el pecho por ello. Con que haya una persona que nunca cocinó y que por ver esto se haya puesto a hacer bizcocho en su casa, ya es la hostia.

Todas las cadenas tienen a un cocinero, pero La Sexta se arriesgó a meterlo en prime time. Hasta entonces estaban ahí, sin molestar, Con las manos en la masa, los programas de José Andrés, Arguiñano y etcétera, pero de repente La Sexta coloca un programa que tampoco es de cocina pero sí de cocineros en horario de máxima audiencia y es cuando se destapa el tarro de las esencias.

También ha explicado en programas de Antena 3 el por qué de los precios de los alimentos y ha desmontado mitos de la cocina. ¿No le da miedo de que la audiencia se canse de verle?
No, miedo no, porque el día en que la gente considere que lo que hago no merece la pena ser visto dejaré de hacerlo y seguiré con lo mío. Recibí esto como una sorpresa. Primero fue Pesadilla en la cocina y me gusta, me lo paso de escándalo. En este momento estoy sin grabar y ahora no es que lo eche de menos pero dentro de poco...

¿Volverá a la alta cocina?
Me fío mucho de lo que me dice el corazón y de las cosas que me hacen disfrutar. No echo nada de menos porque con esto disfruto muchísimo. Yakitoro lo hice por necesidad vital y ahora mismo no siento la necesidad de montar el 'cojogastrorestaurante' y buscar estrellas, paso de calificaciones.

La gente viene a Yakitoro y lo disfruta mucho y eso me alimenta. Con el paso del tiempo uno aprende a disfrutar de la familia y los amigos y cada día barro más para casa y quiero ser más feliz. Lo que me ofrezca felicidad lo afronto, lo que no 'hasta luego, Lucas'. Creo que todos deberíamos vivir así.

¿Cómo ve la alta cocina en España?
Brillante. La alta cocina de este país es fuera de serie. Lo que no es alta cocina, el nivel de restaurantes de la calle, deja mucho que desear; deberíamos mejorar mucho en ese aspecto. España a nivel culinario es una enseña que nos hace pasear por el mundo con orgullo, pero deberíamos de dar más zapatilla a las bases, a la profesionalidad de gente que trabaja en restaurantes de menús, fijarnos más en la formación y en tener profesionales de mayor calidad. En otros países no ocurre esto.

¿Cuando se perdió?
Nunca lo tuvimos. Vino la vanguardia, la creatividad y la imaginación y grandísimas enseñas, pero no hemos conseguido que todo el mundo que trabaja en un restaurante tenga una formación mínima. Hay mucha gente sin un mínimo de formación trabajando en restaurantes, por desgracia.