La Xunta ha celebrado este miércoles el resultado de la votación de los funcionarios de la Justicia gallega, que han aprobado la posibilidad de que el comité de huelga negocie una subida salarial por debajo de los 190 euros, una cifra que la Administración autonómica considera "inasumible". De los 2.700 trabajadores que conforman el colectivo en la comunidad, 1.430 acudieron a votar y un 65,87% respaldaron que el comité negocie con mayor flexibilidad, por debajo de los 190 euros, una postura respaldada en todas las ciudades.
En un comunicado, el Ejecutivo autonómico valora que los funcionarios corrijan a los sindicatos y manifiesten su rechazo a "su posición inmovilista". En esa línea, "lamenta que los sindicatos no consultasen a los trabajadores durante estos dos meses".
El Ejecutivo autonómico llama a los trabajadores a que reflexionen y valoren su oferta
"Los trabajadores conocen la oferta de la Xunta y apuestan por rebajar unas exigencias inasumibles que habían puesto los sindicatos y que está claro que no compartían aquellos a los que deberían representar", continúa. En ese sentido, "vuelve a hacer un llamamiento a los trabajadores para que reflexionen y valoren la oferta de la Xunta, que supone una subida del 14% y les garantiza quedar siempre por encima de la media estatal".
Esta votación se produce tras la ruptura de las negociaciones el pasado lunes, cuando la oferta lineal de la Xunta de subida de 105 euros a todos los cuerpos aumentó a 133,42 euros para los gestores, 108,42 para los tramitadores y se quedó igual para los cuerpos de auxilio. Los representantes de la Xunta ofrecieron al comité de huelga de los funcionarios de la Administración de Justicia de Galicia incluir una cláusula que garantice que sus complementos salariales vayan a estar siempre en la media del Estado, con revisiones periódicas.
Entonces los sindicatos presentes en la negociación —SPJ USO, Alternativas na Xustiza CUT, FeSP UGT, CSIF, STAJ, CIG y CC OO— decidieron no rebajar su petición de una subida lineal de 190 euros al mes, que habían bajado el 9 de marzo, y la Xunta aseguró que las negociaciones quedaban rotas porque su oferta era la última y no volverían a llamar a los trabajadores. Comenzaron las medidas de presión por parte de los sindicatos con el objetivo de que el Gobierno gallego los llame para volver a negociar, aunque la Xunta dijo el lunes que no haría esa llamada.
