La Xunta busca evitar que las cenizas de los incendios afecten al marisco

Grupos ecologistas calculan que 1,3 millones de toneladas pueden acabar en los ríos gallegos
Imagen tomada con un dron de la capilla de Santa Ana, calcinada en el incendio forestal que afectó a Oímbra. EFE
photo_camera Imagen tomada con un dron de la capilla de Santa Ana, calcinada en el incendio forestal que afectó a Oímbra. EFE

La extinción de los trágicos incendios que han calcinado más de 42.000 hectáreas de monte en Galicia desde la segunda quincena de julio no ha puesto punto y final a un problema que ahora persiste en forma de cenizas. Mientras la asociación ecologista Arco Iris calcula que 1,3 millones de toneladas de tierras y residuos de este tipo pueden acabar en los ríos gallegos, la Xunta confirmó que ya está evaluando la situación para tratar de minimizar el impacto que este arrastre puede tener en los bancos marisqueros al verterse al mar.

"Desde o minuto un" los especialistas en recuperación de suelos arrasados por el fuego de la Consellería do Medio Rural están valorando las zonas afectadas en la comarca de O Barbaza, donde este mes ardieron 2.200 hectáreas, afirmó este jueves la conselleira de Mar, Rosa Quintana. Este análisis servirá de base para adoptar medidas específicas en cada lugar, en función de variables como la pendiente del terreno o el nivel de daño que padezca. "Creo que imos ser capaces, como en anteriores ocasións, de adoptar as medidas necesarias para evitar que as cinzas poidan chegar a bancos marisqueiros. De feito, xa estamos a traballar no campo e cada departamento da Xunta con competencias na materia tamén está a ter as reunións cos seus sectores", recalcó.

Por lo pronto, Augas de Galicia ya trabaja en la limpieza de cunetas, retirando material acumulado para que el agua pueda circular y no haya embalsamientos.

Al respecto, Arco Iris explicó que los recientes incendios han dejado tras de sí en el monte una capa hidrofóbica, es decir, repelente del agua y conocida como chapapote forestal, que impide una normal filtración y, por tanto, potencia la erosión. "Es de esperar que las rías reciban en un plazo de dos o tres meses alrededor de un 38% más de escorrentía de agua con cenizas, de gran poder sedimentario y que podría afectar seriamente a los bancos marisqueros", advierte. "Además, el carácter dulce de esos afluentes hídricos anormales puede traducirse en una mortandad añadida, lo que produciría en ciertas zonas, como O Barbanza, un verdadero cataclismo en la extracción de marisco y la riqueza biológica de la costa", detalla. A ello suma el perjuicio sobre las especies de ríos y embalses.

Precisamente, el titular de Medio Rural, José González, evaluó con las comunidades de montes de Oímbra y Verín el impacto del fuego en la zona, tras haber hecho ya lo propio en O Courel y O Barbanza. Las conclusión es que es bajo en general, aunque moderado en algunas zonas.

EL BNG ABOGA POR PREVENIR. Des de el BNG, Ana Pontón afirmó que los fuegos de este verano constatan "o fracaso da política forestal do PP" y representan "un punto de inflexión" que, a su juicio, debería propiciar que la Xunta acometa "cambios estructurais" que pongan el foco en una prevención durante todo el año, con "máis recursos", y "na ordenación do monte".

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