"La Xunta, asistida por el BNG, plantea que el Gobierno roba fondos y vacunas a Galicia"

Gonzalo Caballero asegura que le quita el sueño el rumbo errático de la Xunta con el plan de reactivación económica o los "tics antidemocráticos" de Feijóo
Gonzalo Caballero Míguez (Ponteareas, 1975). SEBAS SENANDE
photo_camera Gonzalo Caballero Míguez (Ponteareas, 1975). SEBAS SENANDE

Parece que Galicia sortea la cuarta ola de la pandemia. ¿Empieza a verse la luz al final del túnel?

La llegada de las vacunas supone la mejor garantía y esperanza frente a esta crisis sanitaria, pero tenemos que avanzar en tres grandes líneas para poder dejar atrás lo peor de la pandemia: acertar con la desescalada gradual, fortalecer el sistema sanitario público y el proceso de vacunación e impulsar un programa de reactivación económica de Galicia que impulse el empleo y evite la desigualdad.

La vacunación no va tan rápido como se esperaba.

Somos conscientes de las dificultades en la provisión de vacunas, pero me gustaría poner en valor que la UE y España establecieron un sistema de vacunación donde cada uno la recibiremos en función del colectivo al que pertenecemos, pero nadie se vacunará antes por tener más patrimonio o más renta. Eso sí, en Galicia tenemos que fortalecer el proceso de vacunación y la Atención Primaria con más personal y con mejores condiciones, porque vamos más retrasados que el resto.

¿Usted se vacunó como docente?

No, pero mis padres y mis tíos sí y eso es una tranquilidad, salvo una tía mía que está esperando por ser mutualista, precisamente una anomalía que hay que corregir. Yo lo haré cuando me toque y con la vacuna que me toque.

El compromiso con las infraestructuras en Galicia es histórico, pero la Xunta juega a tensionar y echar pulsos; no es leal

¿Es partidario de prorrogar el estado de alarma más allá del 9-M?

El estado de alarma fue fundamental para gestionar la pandemia y el PP se equivocó cuando se opuso a las prórrogas, especialmente Feijóo, que cometió una enorme imprudencia al declarar que sería demoledor para Galicia. Si las autoridades competentes consideran conveniente prorrogarlo todas las fuerzas deberían apoyarlo; y si gracias a la vacunación se puede gestionar este proceso sin el estado de alarma, pues habrá que hacerlo con los acuerdos del consejo interterritorial y con prudencia por parte de todos.

Usted fue muy duro con la ley de salud gallega. ¿Es mejor una ley mala o no tener ninguna?

Estoy convencido de que Feijóo intentó hacer las cosas lo mejor posible, como el resto de gobernantes; y también soy consciente de que cometió errores, como la estrategia de salvar la Navidad abriendo en exceso las restricciones, lo que implicó una tercera ola durísima en Galicia. Y también se equivoca ahora con la ley de salud, que no fue más que un tic autoritario de Feijóo al legislar por encima de las competencias de la comunidad y además restringiendo derechos y libertades fundamentales. A Feijóo y su ley de salud los pararon la Constitución y el Tribunal Constitucional. Es de máxima gravedad que en tiempos de pandemia haya retrocesos democráticos o que se camine hacia un modelo donde cada comunidad pueda decidir con independencia del Estado si obliga a vacunarse, a confinar...

¿Hay demasiada tensión entre la Xunta y el Gobierno central?

La Xunta tuvo comportamientos desleales con el Estado y actitudes irresponsables, como oponerse al estado de alarma, decir que no iba a haber vacunas hasta el segundo trimestre de este año o acusar al Ejecutivo de mandar menos vacunas de las que corresponden. Jugar a tensionar y a echar pulsos en tiempo de crisis no es leal. La Xunta acierta cuando busca actitudes cooperadoras en lugar de tensiones innecesarias. Y desde la oposición le tendemos la mano.

La Xunta sostiene que el Gobierno discrimina a Galicia.

La Xunta intentó plantear que el Gobierno central nos robaba los fondos y las vacunas y para ello contó con la asistencia del BNG. Pero aquí lo que hay es un compromiso del Gobierno con Galicia en materia de infraestructuras, por ejemplo, que deshace cualquier argumento de PP y BNG. La llegada del Ave en tiempo, por la que todavía espero la disculpa de Feijóo por negar que las obras finalizasen este año; la rebaja histórica de peajes de la AP-9; los 500 millones para electrificar la vía a Lugo y contactarlo con la alta velocidad; el desarrollo de intermodales... El porcentaje de gasto en infraestructuras en Galicia por parte del ministerio de Ábalos es muy superior al peso de la economía y población. Así que les pido a todos que dejen de hacer política de corto alcance y apuesten, como el PSdeG, por un proyecto reformista y comprometido con la realidad.

La Xunta aprobó su plan de reactivación y es como si lo aprueba una comunidad de vecinos; son 'powerpoints' en un Excel

A Alcoa se le acaba el tiempo. ¿Hay todavía solución?

Es fundamental mantener un compromiso pleno de todas las administraciones con los trabajadores de Alcoa y con los concellos de A Mariña para presionar a la multinacional y que Gobierno, Xunta y Sepi impulsen la entrada de un inversor fiable con un proyecto a largo plazo. Ya logramos que Alcoa asuma que tiene que vender y que la Sepi se ponga a disposición, pero en los últimos meses el inversor prioritario mostró dificultades económicas y lo complicó todo. El aluminio es un sector estratégico y no podemos permitir que caiga; ese es mi compromiso.

Otra planta en apuros es Ence. ¿La quiere fuera de la ría?

El proceso de Ence está judicializado así que hay que esperar la sentencia para conocer la duración de la concesión. Pero en cualquier escenario contemplamos que hasta 2033 pueda mantenerse en el enclave actual, así que hay tiempo para encontrar vías alternativas. Nuestro planteamiento es buscar otro emplazamiento para Ence en el medio y largo plazo y mantener el empleo, porque la sociedad civil de Pontevedra reclama desde hace mucho tiempo que se libere la ría. Para eso hay una mesa de trabajo y todos debemos cooperar. Que la Xunta ejerza sus competencias en industria y respalde ese traslado.

¿Serán útiles los fondos Next Generation para salir de la crisis o anticipa un posible fiasco?

Son una oportunidad histórica que no podemos perder, porque el Gobierno de España logró una cantidad de fondos inmensa. Pero me preocupa lo que está haciendo la Xunta, que pasó de hablar de 7 proyectos tractores a 108 y después a 354: da la impresión de que está sin rumbo a la hora de definir la reactivación y las prioridades para esos fondos. El Consello da Xunta aprobó esos 354 proyectos, que tiene la misma validez que si los aprueba una comunidad de vecinos porque el Gobierno gallego no tiene competencias. Lo que hizo fue recoger powerpoints, concentrarlos en un Excel y decir que eso es un plan de reactivación. Yo le tiendo la mano al presidente porque estoy preocupado.

Los fondos de Europa también implican reformas. Se habla de cobrar por las autovías, de subir impuestos... ¿lo entenderá el ciudadano?

Comprendo que hay que estudiar opciones y abrir debates, pero ante una crisis de esta envergadura mi posición es claramente a favor de políticas expansivas, anticíclicas y keynesianas. Cuando alguien tiene dificultades en una crisis como esta hay que darle recursos, no quitárselos. Por eso defendemos programas de ayuda directa a pymes, autónomos, al empleo juvenil y femenino... Es el momento de defender a la ciudadanía con políticas de gasto e impulso, no de austeridad y ajuste. Esa es la línea de actuación de los socialistas.

¿Defiende una armonización fiscal en España?

Veo posible que existan niveles de armonización y también de autonomía fiscal. Nuestro modelo fiscal funcionó y ahora es momento de centrar todas esas políticas públicas en defender a las personas, porque jamás nos enfrentamos a una crisis como esta, que tendrá efectos en el empleo, en el clima social, en la exclusión, en la percepción que el ciudadano tenga de la democracia y hasta en la situación anímica y psicológica. No gestionamos un tiempo político más, gestionamos la mayor crisis y es el momento de hacer la mejor política. Y el mejor ejemplo que podemos tener de ello son los 40 años que cumple nuestro Estatuto, para el que en 1981 se pusieron todos los intereses en común. Justo lo que hay que hacer ahora.

Gonzalo Caballero. SEBAS SENANDE

"Me siento cómodo con todos los cuadros de este partido" 

Usted dijo, tras las elecciones gallegas de 2020, que quería un PSdeG más galleguista. ¿Cree que va por el buen camino?

Ese es mi compromiso y en eso avanzamos. Pasada la etapa más compleja de la pandemia debemos abordar una actualización de nuestro Estatuto, como hicieron otras comunidades, y Galicia no puede quedar rezagada. Y ahí, el PSdeG tiene un claro compromiso federalista y galleguista.

¿Cree que es remontable la distancia con el BNG?

Las últimas encuestas señalan que el BNG perdió apoyos en Galicia. En todo caso, más allá de las encuestas, hay que recordar que el PSdeG es un gran partido que gobierna 5 de las 7 ciudades, 3 diputaciones, más de 100 concellos, tiene eurodiputados, diputados, senadores y grupo parlamentario y es la única fuerza que puede ser alternativa a la derecha. Sé que los poderes conservadores tratan entre algodones al Bloque porque esa es la forma de que el PP tenga un escenario electoral donde abarca desde la extrema derecha hasta el centro, pero nosotros seguiremos trabajando porque hace un año estábamos en condiciones de liderar el gobierno en Galicia, hasta que la pandemia disparó la abstención y cayó la movilización progresista. En ese escenario, la subida del BNG fue la mejor garantía para la mayoría del PP. Yo respeto y valoro al BNG, que como fuerza progresista es un aliado, pero no soy nacionalista ni independentista.

La ciudad en la que el PSdeG seguirá sin alcalde es Ourense.

Yo puedo ver con orgullo a los alcaldes de las grandes ciudades, pero Feijóo cuando mira solo ve al único que puso él, Jácome, después de decir además que sería letal para Ourense. Baltar, Feijóo y Jácome hicieron un pacto letal para mantener el caciquismo y llevar el caos a Ourense y, en lugar de rectificar, Feijóo prefiere adoptar una posición extremista y antidemocrática con la que pretende decirle a los ourensanos quién puede y quién no puede estar en las instituciones. El intento del PPdeG de retirar de la vida política a quien ganó las elecciones es extremista; más que el intento de Vox de retirar de los debates a sus rivales.

Este es un partido de militantes y no de baronías; y yo traté con la mayoría de nuestros 10.000 afiliados personalmente

¿Cuándo se sabrá la fecha del congreso del PSdeG?

El comité federal todavía tiene que convocar el congreso federal y posteriormente el comité nacional del PSdeG determinará la fecha del gallego. No hay un horizonte temporal concreto más allá del escenario ya conocido.

¿Optará a la reelección?

Yo estoy centrado en la crisis e indiqué a todos los cuadros del partido que se vuelquen en hacer las mejores políticas públicas. La ciudadanía no perdonaría que alguno no estuviese centrado en la pandemia y la crisis; nadie puede creer que su posición personal está por encima de los momentos de mayor dificultad del país. Esa es mi posición ahora y cuando toque hablar de un proceso orgánico se hablará, pero no es el momento.

¿Se ve respaldado por las bases?

En el PSdeG los secretarios generales se eligen por primarias. Sánchez fue elegido frente a los barones del partido que lo intentaron decapitar y algunos colaboramos en aquel esfuerzo de la militancia para que el partido mantuviese su política de izquierdas. E igualmente los militantes me colocaron a mí en la secretaría en un proceso de impulso y regeneración de abajo hacia arriba y me siento plenamente apoyado por esa militancia, que es la que seguirá marcando las pautas. El PSOE no es un partido de baronías sino de militancia y en primarias el voto de un secretario general o un alcalde vale lo mismo que el de cualquier afiliado. Las primarias nos dan a todos la misma fuerza. Cuando toque elegir, yo seguiré apostando por un PSdeG galleguista, de izquierdas, ecologista y feminista y los militantes no permitirán ningún retroceso en esa línea. Conmigo se consiguieron los mejores resultados en generales en Galicia, subimos con fuerza en municipales y europeas y pasamos del 17% al 19% en autonómicas, pese a ser insatisfactorio. Hay que aprender, pero el partido necesita mantener la fortaleza, la estabilidad, la unidad y la lealtad.

Formoso, Besteiro, Miñones, Silva, Yolanda Díaz... ¿no le quitan el sueño todos esos nombres?

¡Gracias a Dios siempre duermo muy bien! Yo confío plenamente en una militancia a la que conozco muy bien y personalmente he tratado con la inmensa mayoría de los 10.000 militantes del PSdeG.

La designación de Miñones como delegado del Gobierno se interpretó en clave orgánica interna.

Miñones será un gran delegado del Gobierno y es un compañero leal, con el que estoy muy a gusto y que está en la dirección que yo encabezo. Hará un gran papel y contará con mi total colaboración y la de todos los socialistas. ¡A nadie se le ocurre pensar que se designa a un delegado para ir a unas primarias!

¿Se lleva tan mal con Valentín González Formoso como se hace ver desde fuera?

No sé quién lo quiere hacer ver. Yo entiendo ese interés por elucubraciones y determinados relatos, pero lo cierto es que yo tengo buena relación con todos los cuadros del partido y les pido que se pongan a trabajar ante la crisis, como ya están haciendo, y contarán siempre con el respaldo de este partido y este secretario general. Es momento de trabajar, no de responder a suposiciones que no se basan en nada. Existen distintos cuadros en este partido y un secretario general que lo es de todos, los represento a todos y estoy cómodo con todos. Solo les pido que estén a la altura: es el momento de combatir la crisis y de hacerlo desde la unidad.

¿Quién ganará en Madrid?

Gabilondo sería un magnífico presiente y representa una forma de hacer política de altura, solvente, ética y ejemplar, frente a la política del espectáculo, la apariencia y la tensión.

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