Vuelve el mercadillo, con el enigma de cuándo las pulpeiras saldrán en tropel

Por el momento, a falta de conocer la letra pequeña de la normativa, en Cea, en Ourense, tan sólo se ha visto este miércoles el hervor del agua en una gigantesca olla, la de Mercedes Conde
Una pulpeira en Cea. EFE
photo_camera Una pulpeira en Cea. EFE

Por su incertidumbre, las pulpeiras lanzan un SOS, ahora que han vuelto los mercadillos, para de nuevo sacar su muestrario a la calle y aliviar de alguna manera el golpe que está sufriendo el gremio, que se ha visto inmerso en un vacío legal al no ser hostelería como tal, ni un sector agroalimentario.

Tijeras, aceiteras, pimentón y un cefalópodo de ocho patas en su punto perfecto de cocción. Es su mundo, el de las "pulpeiras", las maestras del cocer, las que defienden como nadie un oficio que se remonta al siglo XVII y que ansía su regreso.

Galicia siente devoción por el pulpo, el que no faltaba en las tascas ni en la calle, y daba igual cuál fuese su preparación.

Por el momento, a falta de conocer la letra pequeña de la normativa, en Cea, en Ourense, tan sólo se ha visto este miércoles el hervor del agua en una gigantesca olla, la de Mercedes Conde. Ella se ha animado a instalar su puesto en la plaza, con permiso expreso del ayuntamiento.

A la mugardesa, tipo guiso; al estilo de A Illa, con sus patatas violetas; en empanada; con algas y erizos; en bocadillo con queso de San Simón o, la más típica, "á feira"

Ha despachado muy bien. Incluso fotógrafos que han captado la imagen han terminado por tomar una tapa, tras tanto tiempo sin su disfrute.

Ha sido, por los 52 días en los que no existió tal posibilidad, la mujer más buscada de la jornada en la zona y, en la denominada nueva normalidad, el vapor ha inundado la calle en la que ella se ha instalado.

"La gente tenía ganas de salir y de pulpo", ha comentado a EFE la protagonista de este revuelo, a la que muchos se han dirigido como Merche.

A la mugardesa, tipo guiso; al estilo de A Illa, con sus patatas violetas; en empanada; con algas y erizos; en bocadillo con queso de San Simón o, la más típica, "á feira". Caldera, hornillos, tablas redondas o platos de madera. Y nada más se necesita, salvo órdenes concretas y la materia prima, claro está, en cantidad y tamaño, a poder ser. Con ello, el triunfo está asegurado.

"Existe un clarísimo vacío legal, ya que no estamos como actividad específica ni tampoco dentro de la hostelería"

En el caso de Cea, la distancia de seguridad no ha supuesto un problema para esta profesional, que ha acaparado los flashes. "La gente está concienciada, sale con mascarillas y cumple, en todo momento, con las distancias de seguridad", ha abundado Conde, que, cómo no, ha incorporado guantes y mascarilla a su indumentaria.

Con todo, prosigue, la preocupación continúa latente en un sector que se siente como el gran olvidado por el Gobierno ante la falta de una legislación específica para la venta de pulpo.

Mercedes Conde no es la única que piensa así. Roberto Pereira, un integrante de la directiva que engloba al colectivo, pone voz a lo que es un clamor: "Existe un clarísimo vacío legal, ya que no estamos como actividad específica ni tampoco dentro de la hostelería". Este portavoz remarca "la incertidumbre" de las 29 familias asociadas.

La agrupación a la que representa, la de Pulpeiros de O Carballiño, ha remitido un escrito a la Xunta, que les trasladó que "no tiene competencias", así como a la Subdelegación del Gobierno de Ourense, en su caso para que se les permita hacer venta a domicilio. Están aguardando la contestación.

Mientras esperan por una solución, los pulpeiros tienen previsto reunirse este jueves con los diferentes grupos políticos del ayuntamiento de O Carballiño

El gobierno autonómico autoriza, y es así desde el pasado lunes, los mercados agroalimentarios por "el avance temporal del estado de alarma y los datos que reflejan una evolución positiva en la lucha contra la pandemia" del nuevo coronavirus, reza el texto remitido a la prensa. No obstante, bajo una estrictas medidas, que han de ser respetadas.

Las familias que viven del pulpo coinciden en que los puestos a pie de calle entrañan "menos riesgo" que "ir a comprar pan o entrar en un supermercado" puesto que están "al aire libre" y reivindican, por tanto, que se les tenga en cuenta.

Mientras esperan por una solución, los pulpeiros tienen previsto reunirse este jueves con los diferentes grupos políticos del ayuntamiento de O Carballiño, templo de este manjar, donde cada año se prepara, en la romería de exaltación de este cefalópodo, una tapa gigante.

Los pulpeiros, que llevan dos meses sin ingresos, ven complicado afrontar los gastos de este año, en el que no prevén romerías ni grandes festejos.

Añoran esa concurrida feria que en la época estival congregaba en O Carballiño a miles de personas y que este 2020 igual ni celebrarse puede. 

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