200 vecinos siguen sin agua en Vila de Cruces por el vertido en el río Toxa

La falta de suministro continuo de agua comienza a suscitar el descontento entre los 200 vecinos de la parroquia de Merza, en el concello pontevedrés de Vila de Cruces.

El alcalde de la localidad, Jesús Otero, avanzó este martes que en veinticuatro horas remitirá un escrito a la Consellería de Medio Ambiente para reclamar que se les dote de un segundo camión cisterna para poder llenar los dos depósitos de los que dispone el pueblo.

El suministro permanece cortado desde la tarde del sábado después de que unos 5.000 litros de aditivo para secar el hormigón llegasen al cauce fluvial procedentes de las obras del AVE en Silleda, alcanzando la depuradora del municipio ourensano.

Un sólo camión cisterna
Otero explicó que, durante la tarde del martes ''el único camión cisterna del que disponemos llevó cuatro viajes de auga desde Vila de Cruces hasta Merza''.

Este vehículo, que por la mañana recoge la leche de las explotaciones de la zona, tarda sobre ''una hora y media'' en recorrer los 12 kilómetros que separan las dos poblaciones, lo que limita su actividad.

De este modo, solamente fue posible llenar uno de los dos colectores, lo que implica que ''el 50% de la población no tendrá agua''. En todo caso, el regidor calcula que sobre el mediodía de mañana el depósito ''quedará vacío''.

Sin resultados
Por tercer día consecutivo, el concello permanece a la espera de que los análisis realizados por técnicos de Conservación da Natureza y Augas de Galicia confirmen que el agua del Toxa es ''apta para el consumo''.

El regidor, que declinó hacer conjeturas en relación a cuándo quedará restablecida la normalidad, lamentó los trastornos ocasionados por el corte a los vecinos y negocios de la zona.

Aseguró también no haber recibido ''ningún comunicado'' durante la jornada de este martes por parte de la Xunta, día para el que estaba previsto que se hiciesen públicos los resultados del análisis de las aguas.

Cortes de suministro desde el sábado
Los vecinos de la parroquia avisaron la tarde del sábado del vertido producido en el río Toxa durante la jornada del viernes, consecuencia del vaciado de unos depósitos en las obras del AVE en Silleda que, según las investigaciones, pudo ser ''intencionado''.

Según informó Medio Ambiente, ''desde un primer momento'' se instalaron barreras de protección y balsas de contención que evitaron el avance de la sustancia tóxica.

El vertido obligó a cortar el suministro de agua en los municipios coruñeses de Padrón y Boqueixón y en el pontevedrés de Pontecesures, donde quedó restablecido el pasado domingo.

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