Uno de los peritos asegura que la solución de ''abrigar'' el barco sólo fue viable el primer día

El perito José Manuel Fernández Hermida ha afirmado hoy que al Prestige, el petrolero que se hundió en noviembre de 2002 frente a las costas gallegas provocando la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España, "le sobraron seis o siete años de navegación".

Fernández Hermida, nombrado perito judicial por el juzgado de Corcubión, ha presentado esta mañana un informe sobre la navegación que siguió el buque tras al accidente ante el tribunal de la Audiencia Provincial de A Coruña que juzga los daños medioambientales causados por el Prestige.

Sobre el origen del accidente, este experto ha defendido que se produjo el rompimiento de un mamparo que provocó un corrimiento de la carga, y ha descartado la posibilidad de que la zozobra que sufrió el barco se debiese a una "ola gigante".

Ha defendido la gestión del capitán del Prestige durante el tiempo que permaneció a bordo y ha explicado que de todas las posibilidades que se abrieron la que se ofrecía más garantías era la de "abrigar" el barco en la zona de Corcubión. No obstante, ha precisado que esta posibilidad sólo era viable en las primeras 24 horas tras el accidente ya que posteriormente el deterioro que sufrió el buque y su alejamiento de la zona complicaban enormemente esta opción. Además, ha reiterado ante el tribunal su opinión de que en las primeras horas tras el accidente se vertieron al mar 20.000 toneladas de fuel de las 77.000 que llevaba el Prestige.

Según Fernández Hermida, la decisión de alejar el barco de la costa que adoptaron los autoridades españolas se tomó con la intención de paliar los efectos del vertido, ya que, ha explicado, inicialmente se barajó la posibilidad de que la carga permaneciera en el buque debido a su densidad.

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